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«Ayer dije lo que creía que tenía que decir, y antes de decir las cosas suelo pensarlas bastante». Con esta frase el alcalde Aburto lanza dos ideas: que mantiene su postura crítica con modo en el que el consejero de Transportes Iñaki Arriola gestionó ... el anuncio de la parada provisional del TAV en Basauri; y que cuando reveló su «rotundo enfado» con el dirigente socialista lo hizo muy consciente de lo que suponía.
Aburto se ha reafirmado en su posición este viernes por la mañana durante la presentación de los Presupuestos municipales, pero también quiso dulcificar el ambiente. «Comparto con el lehendakari que lo importante ahora es mirar hacia delante. Este es un proyecto coral que afecta a al menos tres niveles institucionales. Es importante el concepto de colaboración».
Efectivamente, las palabras del alcalde llegaron poco tiempo después de que Urkullu se desmarcase de sus críticas del jueves, defendiese la «excelente salud» de la coalición PNV-PSE y apuntase que lo importante es que el TAV «entre en funcionamiento».
Todo esto viene a cuenta del espectáculo curioso que ofrecieron las instituciones el jueves. Mientras Juan Mari Aburto viajaba a Madrid para mantener una reunión con la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, para hablar sobre el TAV, el consejero Arriola traía a Vitoria a la ministra para anunciar que la alta velocidad llegaría a Basauri en una estación provisional hasta que el soterramiento de Bilbao estuviese hecho. Lo que como mínimo se puede calificar de falta de coordinación fue condenado de manera airada por Aburto: «No es la forma de trabajar en común, no es lo que procede», clamó.
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