El pleno de Bilbao da su visto bueno inicial al nuevo plan urbanístico

El documento inicial, cuya elaboración comenzó en 2013 por su extensión y complejidad técnica, ha recabado el apoyo de los dos partidos que sustentan el equipo de Gobierno local -PNV y PSE-, así como del PP, mientras que EH Bildu se ha abstenido a la espera de que se puedan plantear cambios antes de la siguiente votación provisional. El grupo abertzale, por ejemplo, ha logrado arrancar de momento el compromiso de que se intercambien los usos terciario y equipamental de dos edificios que Telefónica dejará libre en Santutxu y San Francisco. Por el contrario, UdalBerri y Goazen han votado en contra al argumentar que el planteamiento general no es el que ellos desean para el futuro de la villa.

El concejal de Planificación Urbana, Asier Abaunza, ha realizado una defensa cerrada del documento inicial «como columna vertebral de la ciudad», ya que el ordenamiento, a su juicio, «no se puede pensar solo para un ciclo político de cuatro años». Ante las críticas de la oposición al proceso participativo para la elaboración del documento, el edil del ramo ha subrayado que más de 4.000 vecinos han aportado sus ideas, algunas de ellas recogidas en el plan. «No conozco a ninguna otra ciudad de las dimensiones de Bilbao o incluso mayores que haya sabido recabar tal consenso social», ha reivindicado.

Pese a su abstención, EH Bildu matiza que no pretende otorgar «un cheque en blanco», ya que considera que al equipo de Gobierno de jeltzales y socialistas «le ha pillado el toro» y ha acabado haciendo un dibujo «a trazo gordo», según su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga. La coalición soberanista aprecia la apuesta por zonas verdes y la negativa a consumir más terrenos para edificar, pero echa de menos intervenciones urbanísticas pequeñas en los barrios: «Ha vuelto a primar el prisma 'economicista'. La propuesta de vivienda no responde a las necesidades».

El PP ha sido el único grupo de la oposición que ha concedido su voto positivo al documento inicial. «Entendemos que hay una gran coincidencia con nuestra idea de lo que debe ser el Bilbao del futuro», ha destacado su portavoz, Luis Eguiluz, quien vislumbra una ciudad de «batas blancas» en referencia a la apuesta por el conocimiento y la investigación. En todo caso, los populares consideran que aún quedan flecos por detallar en el plan y difieren de la limitación para usos residenciales. Asimismo, reivindican más apoyo para la cultura y recuperan su propuesta de abrir un Museo de la Ciencia en Artxanda.

Por último, los dos grupos restantes han sido los más críticos con el planteamiento del equipo de Gobierno. Desde la bancada de UdalBerri, detectan una «falta de autocrítica en el diagnóstico» previo a la elaboración del documento. «Este no es el plan que necesita Bilbao para los próximos veinte años porque no se ajusta a retos como la movilidad sostenible y el envejecimiento de la población», ha criticado Carmen Muñoz, que observa «falta de ambición» en el terreno de la vivienda. Por su parte, Samir Lahdou, de Goazen, le ha reprochado a Abaunza que su «venta de titulares es puro espejismo». «Cuenta como zonas verdes áreas que ya lo eran para vender que dentro de 15 años el 'botxo' se parecerá más a un vergel y menos a un aséptico conjunto de bloques de cemento», ha dicho.