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En el edificio que ocupaban los Grandes Molinos Vascos en Punta Zorroza hay amianto. Es un dato que se desconocía o que había pasado desapercibido ... hasta ahora. En concreto, se espera sacar de allí 19,48 toneladas de materiales contaminados con este elemento tóxico. Así se recoge en el proyecto redactado por la Diputación para recuperar este inmueble protegido, ubicado muy cerca de las plantas de Sader y Profersa. La obra para restaurar las cubiertas del bloque histórico comenzará en breve. Posiblemente esta misma primavera, tras un largo proceso de espera por parte de los vecinos y de diferentes asociaciones y agentes sociales que exigían su rehabilitación y puesta en valor.
El tejado de esta antigua fábrica de harina está repleto de fibrocemento, un elemento de construcción que sustituye a las tradicionales tejas. El problema es que las planchas existentes contienen amianto por lo que habrá que desmontarlas con precaución para su posterior envío a vertederos, ya que resultan tóxicas si se manipulan o se rompen, liberando un polvo que no se debe respirar. El asunto es que el inmueble se encuentra en un estado de deterioro tan avanzado que, en las últimas semanas, se ha acelerado el proceso de caída de la cubierta.
Y esto está generando inquietud entre algunos vecinos del entorno porque temen que se estén dispersando fibras de amianto de manera recurrente al precipitarse al vacío las planchas desde tanta altura. En las imágenes que acompañan este artículo se puede observar cómo en el paso de apenas dos meses y medio, de finales de enero a comienzos de abril, parte del tejado, sobre todo la parte más cercana a la torre, se ha venido abajo.
La Diputación asegura que los trabajos van a arrancar tan pronto como se adjudique el contrato de direccion de obra, cuya licitación está en su fase final. En total se van a invertir 1,2 millones de euros en esta operación. Hasta que las máquinas y los obreros desembarquen en Punta Zorroza, la institución foral sostiene que la situación la tienen vigilada los Bomberos del Ayuntamiento de Bilbao. «Esas fracturas del edificio están siendo atendidas por estos profesionales», apuntan fuentes del Departamento de Cultura. «Y se está haciendo así porque el dueño del inmueble no se hace cargo. Nosotros también actuaremos de manera subsidiaria para sanear las cubiertas y retirar ese amianto», añadieron.
«Visitas de vigilancia»
El Consistorio de la capital vizcaína, por su parte, señala que «se ha revisado el terreno y se ha decretado que no hay riesgo para los viandantes, ya que hay un muro y vallado perimetral». Las fuentes municipales apuntaron también que «se visita periódicamente la zona por si se aprecia que cambian las condiciones y se ve riesgo». En último caso, el Ayuntamiento no descarta «apuntalar» la estructura si observa que hay algún tipo de peligro de caída.
El edificio de los Grandes Molinos Vascos data de 1923 y fue obra de Federico de Ugalde y Echevarría. Una de sus particularidades que lo hacen tan especial es que dispone de un sistema de silos que aún se conserva. El inmueble pertenece a un particular, al que la Diputación ha exigido varias veces en el pasado que se hiciera cargo del mal estado de conservación. A finales del año pasado, la institución foral decidió ejecutar las obras más urgentes que ahora se van a realizar de manera subsidiaria para evitar la caída de una construcción que está protegida.
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