Una plaga de chinches complica aún más la atención a personas sin hogar en Bilbao

Según han denunciando trabajadores de Acción Social y confirmado fuentes sindicales, en las últimas fechas el problema se ha enconado. Pero es que la situación viene de muy atrás. En una respuesta del equipo de gobierno al grupo municipal de EHBildu se revela que ya se detectó la plaga el 10 de julio pasado. En ese momento se dio aviso a «una empresa especializada», que determinó la necesidad de abandonar el edificio para llevar a cabo el tratamiento pertinente. No fue hasta el 26 de julio cuando se trasladó a los usuarios, de manera provisional, a La Casilla, equipamiento que ya había jugado un papel importante en la acogida de personas sin hogar durante la pandemia del covid.

En el viejo pabellón permaneció esa gente hasta el 8 de septiembre. Es decir, alrededor de mes y medio. El número de usuarios, según la respuesta oficial del equipo de gobierno, era de 40 personas en el momento de redactar esa misma respuesta a la pregunta de EH Bildu, el 20 de septiembre; aunque no aclara a cuántas ha afectado el traslado a La Casilla.

Parecía que ahí se había terminado el problema, pero no. Fuentes de la sección sindical de ELA en el Consistorio confirman que la plaga sigue activa y han sido necesarios nuevos traslados tanto de usuarios como de trabajadoras a otras ubicaciones. ¿Cuál es la magnitud real del problema? En el equipo de gobierno evitan dar muchas pistas y, a preguntas de este periódico, responde por escrito que «desde el Ayuntamiento se sigue trabajando por solucionar este problema y garantizar las condiciones de uso, higiene y salubridad, tanto para las personas usuarias como las trabajadoras en este entorno, tomando las medidas oportunas en cada momento». Lo que sí apuntan es que «la problemática quizá tenga más que ver en origen con la movilidad de las personas que con el perfil de éstas, habiéndose registrado situaciones similares en lugares de amplio tránsito de personas, como medios de transporte, u otro tipo de alojamientos».

María del Río, portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao, lamenta la falta de transparencia del ejecutivo PNV-PSE y apunta que ha habido, al menos, «otros dos traslados» desde el mes de septiembre motivados por la plaga de chinches. Y en estos momentos «se siguen haciendo tratamientos pese a que hay gente pernoctando ahí». Por eso, la formación soberanista considera que «es necesario que se adopten las medidas necesarias para dar una solución integral», tanto para los usuarios como para quienes están trabajando.

Recuerda Del Río que en el debate presupuestario para las Cuentas de 2025 su grupo presentó una enmienda parcial «para la renovación integral del espacio». Porque, según explica, ahora es un ámbito abierto, «con literas, no está dividido en habitaciones», lo que dificultaría en su opinión la aplicación de medidas para luchar contra plagas como esta.

Lo que está ocurriendo en Uribitarte supone una dificultad adicional a un servicio que ya estaba pasando por dificultades. El pasado mes de marzo el Ayuntamiento admitió que la crisis migratoria había desbordado los servicios de emergencia social, en los que había listas de espera de más de un mes para recibir la asistencia más básica. Pocas semanas después el pleno municipal acordó pedir el respaldo de otras administraciones, ya que Bilbao es el Ayuntamiento que más sufre este problema. Desde entonces no ha habido noticias de avances en este sentido.