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Una avería en una unidad de Bizkaibus de la línea 2314, entre Bilbao y el campus de Leioa de la UPV, ha provocado este miércoles un enorme colapso en el acceso a la universidad. El atasco se ha registrado en torno a las 08.30 horas y no se ha solucionado hasta pasadas las 11.00. Decenas de autobuses han quedado parados en la carretera que sube desde La Avanzada y cientos de alumnos afectados han tenido que recorrer a pie los casi dos kilómetros que restan hasta el campus.
Fuentes del sindicato ELA denuncian que el vehículo afectado, que tiene seis años de antigüedad ya ha sufrido episodios similares. Sin embargo, aseguran, la empresa subcontratada lo pone en circulación «sin ser reparado». Según recogen las actas de enero, febrero y marzo del Comité de Seguridad y Salud Laboral de Bizkaibus, a las que ha tenido acceso este periódico, el vehículo «se queda sin potencia y se para», registra «ruido constante y molesto» y tiene «fallos en el refrigerante y en el sensor». La empresa, por su parte, asegura en esos mismos documentos que el autobús «está reparado».
Además de la ruta entre el centro de Bilbao y el campus universitario, este vehículo también da servicio en la línea 3136, entre la capital vizcaína y el barrio santurtziarra de San Juan, adonde llega tras atravesar Barakaldo, Sestao y Santurtzi. Usuarios de esta línea recogieron firmas en octubre del año pasado para pedir que se retirase de la circulación por las «reiteradas averías» que «conllevaban retrasos en la línea».
Por todo ello, ELA denuncia que la empresa subcontratada «incumple» los pliegos del contrato en su apartado referente al mantenimiento de los autobuses, ya que «la salida al servicio con las averías reiteradas es constante». «Los vehículos con averías graves tienen que esperar una media de 20 días para que lleguen las piezas y sean reparados, lo que lleva a una de las explicaciones de por qué salen los vehículos con averías reiteradas, ya que los 100 vehículos de que se dispone tienen que salir todos los días a dar servicio, lo que lleva a demorarse su reparación», abundan las mismas fuentes.
Por su parte, la Diputación, que subcontrata el servicio, asegura que está «en contacto» con la empresa a fin de recabar «más datos» para averiguar «cuál es la situación» y conocer «qué tiene previsto» hacer la compañía con el vehículo en cuestión.
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