La iniciativa, que el PP presentará en el próximo pleno, ha recabado el apoyo de diferentes entidades socioculturales, como la Sociedad El Sitio y la Asociación Artística Vizcaína, que lleva casi 80 años volcada en el mundo de la poesía. Además de despertar el interés ... de otras organizaciones como la Fundación Blas de Otero y la Asociación de Escritores de Euskadi, ha recibido también el aplauso de Miguel de Unamuno Adarraga, nieto del ilustre escritor.
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El objetivo no es otro que destinar un espacio fijo en el Museo Vasco de Bilbao, que prepara una reforma de 15 millones, dedicado a la memoria «del bilbaíno más universal», subrayó ayer la portavoz del PP, Raquel González. El proyecto busca habilitar una sala de exposiciones en la que Unamuno sea «el centro» y en la cual se puedan mostrar elementos, «tanto propios como ajenos, de su tiempo y de su entorno, de su pluma o relacionados con él», apoya su compañero, Gabriel Rodrigo.
Los promotores buscan también una partida presupuestaria para crear un fondo que sirva para la recuperación de muchos bienes «'unamunianos'» que se encuentran ahora en manos privadas. Asimismo, negociarán con otras instituciones, tanto públicas como privadas, para obtener la cesión de sus fondos. En realidad, Bilbao trabaja con la idea de que el escritor tenga en su ciudad natal idéntico «reconocimiento» al que le dispensan en Salamanca, Fuerteventura o París, donde pasó parte de su vida. «Si llegan a disponer de una sala 'unamuniana', no duden en contar con nosotros en las exposiciones que puedan hacer», se ha comprometido Ana Chaguaceda, directora de la Casa Museo Unamuno dependiente de la Universidad de Salamanca.
Entre las posibles piezas a incluir en el Euskal Museoa figurarían dos retratos de Unamuno realizados por Joaquín Sorolla que cuelgan en el Museo de Bellas Artes, una firma autógrafa del escritor, algunos de los 66 dibujos que pintó o la partitura que Carmelo Bernaola realizó basado en poemas del autor que se conserva en el Archivo de la Diputación de Bizkaia. O también una carta manuscrita en la que Unamuno agradece al entonces alcalde de Bilbao Marco Gardoqui que le dedicara una calle.
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En el número 16 de la calle Ronda, junto a su casa natal, Marino Montero enfatizó ayer en que «Bilbao y lo vasco no se puede entender» sin su figura e instó «a que este vacío de continente y contenido debe subsanarse lo antes posible». En la misma línea, Esteban Goti, de El Sitio, juzgó «muy necesario» saldar cuanto antes esta «cuenta pendiente». González insistió en que habría que fijar una ruta 'unamuniana' por el Casco Viejo que serviría para revitalizar su comercio.
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