Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Los vecinos de El Peñascal, Iturrigorri y Arraiz están hartos de los robos con violencia, las amenazas, las ocupaciones de viviendas vacías y los problemas cívicos que generan personas conflictivas, que «en los últimos años» se han multiplicado en el barrio. Como respuesta, han ... decidido organizarse para «lograr que se visibilice nuestra situación y que la Policía y las instituciones tomen las medidas necesarias para devolvernos la tranquilidad».
A petición de los propios residentes, la asociación local de familias celebró el martes una primera reunión -asistieron más de veinte vecinos- para empezar a perfilar su estrategia. Lo primero será crear una red de alertas entre ellos para «llamar todos los que podamos» a las comisarías «cuando haya líos en la calle o jaleos por la noche». También se comprometieron a denunciar cada nueva ocupación para intentar que se desaloje a sus autores «de inmediato», y pedirán al Observatorio de la Convivencia del Ayuntamiento de Bilbao que medie con las personas más problemáticas. Tras el verano, barajan incluso convocar una concentración de protesta y a favor del civismo, la tolerancia y la cohabitación sin conflictos.
La crispación se ha hecho más evidente tras los recientes desalojos de okupas en el cercano barrio de Uretamendi, «algo que no hace más que reflejar la cruda realidad que también soportamos aquí», en palabras del presidente de la Asociación de Familias de Iturrigorri-El Peñascal, Pedro Castañares. La situación se agrava en este caso por la proliferación de conflictos ciudadanos y robos con violencia. «El día 1 asaltaron y golpearon en su casa a un vecino de más de 80 años para robarle 300 euros», lamentaban los residentes. La víctima acabó en el hospital.
«Cada vez hay más robos, y muchas hemos cogido miedo a salir de casa o dejar las ventanas abiertas, por si nos entra alguien», apuntaba Pilar Alonso, que reside en la parte alta del barrio. «Y los problemas con personas conflictivas son graves, hasta el punto de que a algunos nos han amenazado de muerte», terciaba otro asistente, que pidió mantenerse en el anonimato.
«Lo malo es que, cuando planteas estas cosas al Ayuntamiento, te vienen con libros y estadísticas y te dicen que, mientras no haya denuncias generalizadas, no se considera peligrosa una zona. Pero lo cierto es que aquí la gente tiene miedo, y muchos vecinos temen represalias», señaló Castañares. Por eso aplaudió la idea de crear una red de alerta ciudadana para poner megafonía a los incidentes. «Que se den cuenta de que no es la queja de uno solo, sino de todo el barrio», añadió. La vía para hacerlo todavía no está definida: «Puede ser creando un grupo de 'whatsapp', por las redes sociales o avisándonos unos a otros; la cosa es presionar». La asociación agradeció a los vecinos que hayan dado este «paso adelante para defender al barrio», y les animó a mantenerse «firmes hasta lograr que nos hagan caso».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.