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Dentro de poco más de un año, cuando esté terminada la obra que el Ayuntamiento de Bilbao licitó ayer, los peatones que caminan por una zona extensa del centro de Indautxu habrán ganado un 40% de espacio sobre el que tienen ahora. A costa, claro, ... de restárselo a los coches.
6.800 metros cuadrados
es la superficie total en la que se va a actuar en las cuatro calles.
4.200 destinados a los peatones
frente a los 3.012 que hay en la actualidad.
Hablamos de la segunda fase de la renovación de Rodríguez Arias. En la primera, concluida el pasado verano, se actuó en el tramo entre Alameda Rekalde y plaza Campuzano con los resultados conocidos y visibles: tras eliminar los aparcamientos y dejar un carril central para la circulación de vehículos, las aceras se ensancharon y se puso mobiliario urbano bonito. El entorno ahora es más agradable y eso es lo que se pretende porque la vocación de esta arteria es convertirse en un corredor comercial paralelo a la Gran Vía. Es decir, en un eje con negocios de tamaño mediano o pequeño que dé la réplica a las grandes cadenas que devoran los locales enormes y carísimos que se suceden en la Gran Vía.
Lo que ayer aprobó la junta de gobierno municipal es la licitación de la obra para renovar en la misma línea el tramo de Rodríguez Arias que discurre entre Alameda Rekalde y Elcano. En un principio la idea era llegar hasta Marqués del Puerto, cincuenta metros más allá, pero finalmente se optó por reducir el área de actuación en ese medio centenar de metros, en el segmento junto a la plaza Pedro Eguillor, y dejarlo para una fase futura.
Hay que recordar que el ánimo es seguir avanzando con esta reforma tanto por Rodríguez Arias como por Cardenal Gardoqui y Padre Lojendio hasta llegar a la estación de Abando. Porque la idea es unir esa zona, donde el soterramiento de las vías del tren lo cambiará todo, con Sabino Arana en un paseo tranquilo en el que poder pararse en los escaparates. Se trata de un plan ambicioso que, según los planes municipales, podría estar materializado antes de finalizar este mandato; es decir, antes de 2027.
De momento, las obras que se licitaron ayer se prevé que arranquen dentro de cinco o seis meses, y el plazo de ejecución es de otros ocho. Así que en poco más de un año, si todo va según las estimaciones municipales, la zona estará muy cambiada. Porque no solo se va a renovar Rodríguez Arias, sino también sus perpendiculares: Telesforo Aranzadi, García Rivero y Máximo Aguirre. Estas dos últimas tendrán nueva cara en su tramo entre Rodríguez Arias y Licenciado Poza. En total, el área donde se va a actuar suma algo más de 400 metros lineales y 6.800 metros cuadrados de superficie, según los cálculos municipales.
Pues bien, en estos momentos la zona peatonal ocupa solamente un 44% de esa superficie, 3.012 metros cuadrados, que tras la renovación pasarán a ser 4.200. Es decir, es un 40% más que ahora. El espacio destinado a los coches (ya sea para la circulación o para el aparcamiento) menguará de los actuales 3.788 a 2.600 metros cuadrados.
Con todo, no va a suponer la eliminación total de las plazas de estacionamiento en el ámbito de actuación. Se trata, por tanto, de una actuación menos radical que en otras ocasiones en este sentido porque tanto en el tramo de Rodríguez Arias como en Telesforo Aranzadi y Máximo Aguirre se va a mantener una zona de estacionamiento junto al carril de circulación, de modo que sólo se elimina la mitad de las plazas (ahora se puede aparcar a ambos lados). Según explican fuentes del área de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, dirigida por el concejal Asier Abaunza la idea es abordar «afecciones mínimas que permitan ampliar la acera» y «reequilibrar zonas verdes y azules» de la OTA. Menos en García Rivero, calle donde la actividad hostelera es muy pujante e intensa y donde sí desaparecen todas las plazas para aparcar en beneficio de las zonas peatonales. «Se mantienen las terrazas y se intercalarán con arbolado nuevo y bancos», explican desde el gobierno municipal.
En cuanto a los detalles, en Máximo Aguirre el carril reservado para aparcamiento será utilizado para mantener la parada de taxis que ya ahora está funcionando y que con la nueva configuración se cambiará de lado. En Telesforo Aranzadi, por su parte, se mantienen las zonas de carga y descarga y también el aparcamiento de motos y bicicletas. Y en Rodríguez Arias se va a mantener el arbolado que ya existe en la acera de los números pares y en la impar «se replantea la vegetación y se amplía la acera con nuevo arbolado». Se trata de separar los ejemplares de las fachadas para, además, ampliar el espacio disponible para la zona de tránsito peatonal.
Entre las pretensiones avanzadas por el Ayuntamiento de Bilbao desde que anunció su voluntad de convertir esta zona en un nuevo eje comercial es dejar un entorno urbano amable y susceptible de, en ciertas ocasiones, poder se cortado totalmente al tráfico. Por ejemplo, durante la temporada navideña o en las rebajas, en caso de que la actividad comercial florezca como se pretende que lo haga.
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