Los peajes a camiones se extienden a la A-8, el Corredor del Txorierri y la carretera de Kanpazar el 1 de julio

La activación ha sido anunciada la mañana de este jueves por el diputado de Infraestructuras, Carlos Alzaga, tras la reunión del Consejo de Gobierno. Las tarifas están aprobadas desde finales de diciembre, cuando se actualizaron los precios de los peajes de todo el territorio y ya se contemplaba la inclusión de las nuevas vías. La única cuestión que han tenido que dirimir los técnicos forales es si esperaban hasta septiembre para aplicar el canon o lo hacían con el inicio de verano, cuando la circulación de camiones baja y existe cierto margen para que los afectados se adapten a una nueva situación que les obliga a darse de alta en un registro para pagar de forma telemática.

La apuesta del Ejecutivo vizcaíno por empezar a cobrar a los camiones en carreteras convencionales –y ahora también en vías de alta capacidad– viene de la legislatura pasada. El plan busca rebajar el número de vehículos pesados que utilizan rutas cercanas a núcleos urbanos y con elevados índices de circulación de turismos. El objetivo es limitar el impacto ambiental y el riesgo de accidentes 'empujando' a los transportistas a utilizar autopistas alternativas que les permiten realizar el mismo recorrido, sobre todo la AP-68 y la Supersur. También tienen peajes, pero el viaje es más cómodo.

La primera experiencia se puso en marcha en enero de 2023. Desde entonces funcionan los arcos de pago en las carreteras que unen Bilbao y Vitoria a través de los puertos de Barazar y Orduña, la N-240 y la BI-625. Lo que se sabía hasta hoy de ambas son las conclusiones de un informe encargado por la Diputación a la ingeniería Sener el pasado verano en el que se señalaba que los peajes habían sacado de esas dos carreteras a uno de cada cuatro camiones.

Este jueves Alzaga ha aportado más datos para defender los «resultados positivos» que ha conllevado la implantación de los peajes. Así, en la BI-625 se ha reducido un 30% la circulación de vehículos pesados, proporción que sube hasta el 39% en la N-240. Mientras, en la AP-68 se ha incremtando un 22%. El diputado ha defendido que la medida «no tiene afán recaudatorio», sino procurar la descongestión de ciertas carreteras desviando el tráfico por vías de alta capacidad, lo que no solo redunda en beneficios para el tráfico sino también en la contención de emisiones. De ese modo, se procura una circulación «más sostenible».

Por el momento, 948 transportistas se han beneficiado de los descuentos que ofrece la Diputación por un importe de 365.000 euros hasta el pasado mes de mayo.