Isabel Ibarronda y su perra Lua en un banco de una plaza de Algorta. Pablo del Caño

«Me paso la vida encerrada en esta plaza con Lua por las restricciones del metro a los perros grandes»

Isabel Ibarrondo, de 76 años, es una de las afectadas por la decisión del metro de Bilbao de no aceptar perros medianos y grandes

Miércoles, 22 de enero 2025, 00:47

«Me parece una discriminación que puedan ir perros pequeños en brazos, y los nuestros no», se queja Isabel Ibarrondo, vecina de Getxo de 76 años, mientras sostiene la correa de su perra de 11. Lua, mestiza, lleva en la familia desde los siete meses y aunque es de su hijo, Isabel está con la pequeña todos los días laborables. «Compartimos custodia», se ríe. Actualmente pesa 20 kilos y, por este motivo, Isabel y ella no pueden ir en el metro de Bilbao y dar así paseos por infinidad de lugares: «Me paso la vida encerrada en esta plaza, es que no puedo andar más que aquí con Lua».

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Metro Bilbao ha ratificado la normativa de no admitir mascotas de más de 8 kilos, con la excepción de los canes de asistencia que siempre han podido viajar en el suburbano de la ciudad «porque el análisis de las incidencias que ha reportado el viaje con animales en los últimos años, así como su afección a la seguridad en la circulación, aconseja mantener las limitaciones actuales».

Isabel no está sola en su lucha. Numerosos ciudadanos, que llevan años peleando por el cambio de esta normativa, no se dan por vencidos y han impulsado una petición en una plataforma de firmas. Isabel es una de las personas que está detrás de esta iniciativa. Asegura que esta restricción le impide visitar a su familia: «Soy una mujer mayor que no dispone de coche. Tengo a mi familia en Las Arenas y para viajar hasta allí, o incluso hasta Bilbao, me encuentro con una barrera: no puedo llevar a mi perra de once años en el metro y no quiero dejarla sola».

Isabel creó la iniciativa sin saber muy bien cómo. Ella vio una noticia en el móvil: «Vi que pusiéramos, si queríamos, una foto de la perrita y firmáramos y pasáramos a nuestros amigos y conocidos el link para que nos firmara la gente, y yo mandé a todas mis amigas», declara Ibarrondo, que espera que por fin salga adelante la petición y cambien la normativa.

Más de 11.000 firmas

Junto a ella otros cinco vecinos de Bilbao se han movilizado. David Fernández es el ciudadano que más firmas ha conseguido, más de 6.400. En su petición ha requerido a Metro Bilbao que modifique su criterio, quiere que se hagan públicas las supuestas incidencias y ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para que el suburbano se equipare al de ciudades como Madrid, Barcelona y Palma. Incluso con la propia Línea 3 del metro, que pertenece a Euskotren, en la cual dejan a sus usuarios llevar gatos, hurones, aves de compañía y canes de todos los tamaños, siempre con bozal y sujetos con una correa.

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La perra de David se llama Ámbar tiene 4 años y es una mestiza de Beagle y Teckel. Son vecinos del barrio de Txurdinaga y con frecuencia van al centro de Bilbao, Barakaldo, Portugalete, etc. Para realizar estos traslados, se ven obligados a hacerlo en coche, «cosa que nos incomoda», declara molesto.

Aunque esta reivindicación ha cobrado ahora más fuerza que nunca, se trata de una demanda histórica. Txema Pérez, uno de los impulsores, lanzó su petición hace ya siete años. Ahora, estos seis vecinos de Bilbao han recibido ya el apoyo de más de 11.000 ciudadanos y decenas de comentarios de apoyo, como el de Susana M., que también reclama este cambio: «Me facilitaría mucho la movilidad por la ciudad con mi perra. Ir en coche a Bilbao es cada vez más complicado. Por una movilidad sostenible sería un gran paso»; o como el de Jon Andoni Gerediaga, que se pregunta: «si se permiten perros de todos los tamaños en los Metros de ciudades como Madrid y Barcelona, ¿por qué no también en Bilbao?».

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Otras ciudades

Bilbao se convierte así en uno de los sistemas ferroviarios urbanos más restrictivos de España detrás del de Sevilla, que no permite la entrada de ninguna mascota, y del de Valencia y Málaga, que solo las dejan pasar en transportines.

Algo que no entienden: «En Madrid o Barcelona, ya desde hace mucho pueden entrar todos los perros, y es triste que Bilbao, que ahora es una ciudad puntera porque tenemos muchísimo turismo, no, no lo entiendo», se queja Ibarrondo mientras pasea a Lua. «Además, aquí en Getxo, hay más perros que niños, yo tengo nietos, pero los niños también gritan y no decimos nada, como es lógico. Pero a nosotros también nos tienen que tener en cuenta. Es cuestión de organizarlo bien. Que podamos convivir, porque para nosotros los perros son fundamentales en nuestra vida», sentencia Isabel Ibarrondo. David y sus hijos tampoco se lo pueden creer, Tras realizar una pequeña investigación pudimos comprobar que Bilbao estaba a la cola en esta cuestión. A mis hijos fue a los que más les impactó la realidad. No podía ser que Bilbao no fuese el mejor», narra David Fernández.

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Ibarrondo es incapaz de 'abandonar' a Lua en casa porque «me da penita, porque ya son 11 años, y cuando me recibe la noto contenta, pero angustiada, con cara de ¿dónde estabas? que ya has faltado mucho rato». Para David dejar a Ámbar también es difícil ya que es una más de la familia, cuando no van con ella porque es imposible ir en coche «todo el mundo pregunta por ella», relata.

David Fernández cree que el metro es la solución: «No solo para nosotros, todas las personas con las que hablamos piensan lo mismo. Nadie entiende el motivo por el que no está permitido». David opina que el metro es fantástico y un orgullo para la ciudadanía, por ello «le pido que investigue un poco, lo analice y tome la decisión que considere. No se trata de inventar, a veces se trata simplemente de copiar. Las normas deben evolucionar con las demandas de los usuarios», sentencia.

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