El pasado verano fue el más tranquilo de los últimos años

Una de las cosas en las que se piensa también cuando se habla de manifestaciones es en la afectación a la movilidad de la ciudad. ¿Hay alguna estrategia específica por parte del Ayuntamiento en este sentido? Nada más allá de los desvíos del tráfico obligados cuando la práctica de este derecho fundamental congrega a tanta gente que se condiciona el uso del espacio público.

De hecho, la densidad de manifestaciones en Bilbao (recordemos, dos al día) puede incluso jugar en favor de una movilidad sostenible. Lo lanza Iosu Ramírez, director de la consultora Leber. Primero, hace notar que si hay tantas citas reivindicativas en la ciudad es, en parte, por el eficiente sistema de transporte de la zona metropolitana, fundamentalmente, el metro. Pero es que, además, el hecho de que haya afecciones al tráfico movería a mucha gente a dejar el coche el casa y a montarse en el metro o en el tren, con lo cual se cierra una especie de círculo en el que gana el transporte público.