El Euromillones del viernes: comprobar resultados del 31 de enero
Imagen ajena a la información. AdobeStock

«Si pasaba unos días sin porros estallaba a la mínima»

Una joven vizcaína que pasó por un proceso para dejar de consumir anima a otros adolescentes a buscar ayuda especializada ·

A. C.

Lunes, 10 de junio 2024, 01:13

Carmen empezó a fumar porros a los 13 o 14 años. «Llegó un punto en el que no había ni un día en el que no tuviese. Era una necesidad, como respirar, y tener era lo que me daba energía para levantarme todos los días». ... Y precisamente eso, y darse cuenta de que dependía de una sustancia para «gestionar mis emociones y lidiar con las cosas que me pasaban», la llevó a llamar a la puerta de Gizakia.

Publicidad

Tenía apenas 16 años cuando se acercó al programa para adolescentes con consumos problemáticos de esta fundación. No le gustaba cómo era su vida con la marihuana. «Cuando empecé a reducir el consumo, me di cuenta de que, en las épocas en las que fumaba mucho, estaba muy relajada, calmada..., pero, si no tenía, estaba más irritable, estallaba a la mínima».

El grupo de amigos con el que andaba, recuerda esta vizcaína, «estaba destrozándose poco a poco». Algunos de ellos ya empezaban a tomar los fines de semana otras sustancias, como la cocaína y la metanfetamina. A ella, sin embargo, le daba «mucho miedo ir más allá»; temía «poder engancharme a otras cosas». En plena adolescencia, fue capaz de dar el paso de pedir ayuda, y ahora, ya con 19 años y residiendo en el extranjero, hace balance de su experiencia porque cree que «la gente piensa que es como el tabaco, pero no es lo mismo, porque la marihuana te afecta psicológica y emocionalmente».

En su caso, no le afectó al rendimiento escolar, seguía siendo «bastante buena estudiante». Y en casa tuvo broncas «si me pillaban fumando», pero su dependencia «no fue algo que rompiese la familia». A quien rompieron los porros fue a ella. «Me machacaba porque lo quería dejar y no lo conseguía, pero aprendí a ser mi amiga, a tratarme de forma más comprensiva, y me quité mucha presión», asegura. Por eso cuenta su experiencia, para visibilizar «el problema que pueda causar el consumo diario» y para animar a otros jóvenes que estén en su situación a que recurran a «alguien cualificado».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad