«Todo los que nos pasa es por algo, pero en vez de lamentarse hay que encajarlo»

- ¿Le incomoda que le pregunte por cómo fue el accidente?

- ¡Cero! Ni me incomoda ni me preocupa nada.

- ¿Qué ocurrió?

- Esquiaba con unos amigos de Bilbao en Baqueira. Y en la segunda o tercera bajada de la mañana, con unas condiciones de nieve perfectas, perdí el control, una tontería, y, claro, con la inercia que llevaba, me salí de la pista y choqué contra un árbol que estaba justamente en el borde. Un impacto seco.

- ¿Fue consciente de la gravedad del accidente?

- Perfectamente. Noté de la misma que me había partido la espalda. No me hizo falta ningún diagnóstico médico, radiografía ni resonancia. Sabía que me había quedado parapléjico.

- ¿Cómo reaccionó cuando le dijeron que pasaría toda la vida en silla de ruedas?

- Cuando llegué en helicóptero al hospital de Barcelona ya lo tenía muy asumido.

- Cuenta que tardó segundos en decidir que iba a tirar para adelante.

- A ser mi nueva y mejor versión. Pasé 5 o 6 segundos muy duros, de una depresión brutal, superprofunda. Tras el golpe, me entró una gran incertidumbre y pensé que no iba a poder llevar esta situación. Pero me dije '¿cómo? Si tengo los brazos, las manos, la cabeza perfecta… ¡A comerse el mundo!'

- ¿Cuántas veces se ha lamentado de su mala suerte?

- Es un tema que no pondero. Tenemos una hoja de ruta predefinida. Todo lo que nos pasa es por algo. Hay que entenderlo bien y, en vez de lamentarse, encajarlo. Una vez que lo asumes, es muchísimo más fácil de digerir.

- Sabemos que la vida puede cambiar en un segundo, pero es complicado asumirlo.

- Insisto, todo nos pasa por alguna razón y hay que confiar. La confianza es la palabra clave.

- ¿Nunca se ha compadecido?

- No. Tengo momentos duros pero los supero muy rápido. No me quedo atrancado en la pena ni en la nostalgia por la limitación de la movilidad.

- ¿A qué se aferra?

- Tengo mucha suerte por mi carácter. Soy una persona muy optimista y resiliente, y tengo una familia muy consolidada. Y en el fondo, fondo, fondo, tampoco me ha cambiado todo tanto.

- ¿Su mujer ha sido su pilar?

- Nos hemos complementado bien para sobrellevar la situación.

- Contó en las redes la odisea que tuvo que pasar con su mujer para darse un simple baño.

- Algo tan primario como la aventura que supuso ese primer baño en casa lo convertimos en un episodio muy divertido al que pusimos mucho humor.

- Al de un mes ya decía 'Yo no dependo de casi nada, me visto, me desvisto, me hago la cama'...

- Mucha gente en mi situación diría 'yo, parapléjico, me pego un tiro'. Pues no, yo parapléjico me como el mundo.

- ¿Consigue lo que se propone?

- Intento proponerme cosas que sé que voy a poder conseguir.

- ¿Le ha ayudado su religiosidad?

- Diría que ha sumado.

- ¿Perdió la fe en Dios?

- Pues mire, me he enfadado bastante con él. Estaba pasando un momento muy divertido. Mi hijos van siendo mayores, vivía la vida, viajaba mucho, y todo eso ha cambiado. Le pregunté a Dios por qué me mandaba esto ahora con lo bien que estaba.

- Sin embargo, nunca ha perdido la sonrisa.

- Es algo que voy a intentar mantener. Me da mucha energía.

- ¿Ha encontrado en el golf una vía de escape?

- Bueno, he encontrado un plan para seguir haciendo deporte y poder competir. Ahora voy a intentar ser el mejor golfista adaptado del mundo.

- Se ha convertido en una estrella de Instagram.

- Las redes sociales han contribuido positivamente a mi entretenimiento y a mi capacidad de ayudar. Sin darme cuenta, parece que ayudo a muchísima gente. La ayuda es una terapia estupenda. Y, como el título de mi libro, si la vida te da limones, pide tequila.

- Celebremos que vivimos.

- ¡Totalmente! No nos debe importar lo que venga. La vida te va a dar limones seguro, unos más ácidos y otros menos. Hay que sacar una sonrisa y todo lo bueno que pueda tener esa acidez.

- Antes del accidente no le podían ir mejor las cosas. Disfrutaba de la familia, triunfaba en los negocios...

- La silla de ruedas ha reforzado todo eso: la familia, el trabajo y los amigos.

- ¿Asume que esa silla le acompañará toda la vida?

- Aquí no damos absolutamente nada por definitivo. Menos la caja de pino, que es lo único que no hemos sido capaces de arreglar.