La pandemia hunde el tráfico en el aeropuerto de Loiu al nivel de 1995

El coronavirus ha provocado un cataclismo en Loiu. La imagen del aeropuerto casi vacío (hoy ha programados solo 11 vuelos) viene repitiéndose desde finales del pasado verano. En Navidad, con la relajación en los cierres perimetrales y la vuelta a casa, ha habido cierto repunte del tráfico. Si en noviembre se registraron únicamente 40.877 pasajeros, en diciembre pasado, el volumen subió hasta los 72.786. Una cifra que nada tiene que ver con el mismo mes de 2019, cuando se consiguió mover a 397.526 personas. Ha sido un espejismo, ya que las operaciones en enero se han reducido drásticamente, en parte también por la borrasca 'Filomena'.

El mazazo del coronavirus llegó cuando 'La Paloma' vivía el mejor momento de su historia, convertida en la referencia de norte peninsular por su excelente abanico de conexiones con los principales 'hubs' o nudos de transporte europeo. 2020 estaba anotado en el calendario como el año en el que Bilbao rompería la barrera de los seis millones de pasajeros. Para verano había programados más de medio centenar de destinos, con incorporaciones muy interesantes como Atenas o Rotterdam. Incluso las autoridades cambiaron el discurso y reconocieron abiertamente que se trabajaba ya en un plan serio para la ansiada ampliación. Vista la trayectoria que llevaba entonces Loiu, se tomó la decisión de abandonar las obras 'parche' para optar por una expansión en toda regla. Nada más lejos de la realidad.

Y justo cuando el aeropuerto comenzaba a soñar, con un aumento de pasajeros del 6% entre enero y febrero, llegó el virus. El tráfico actual está a niveles de 1995, cuando se cerró el año con 1,6 millones de pasajeros. Es un salto atrás de 25 años, con conexiones contadas. El tráfico internacional es el que más ha sufrido (-82%). Al menos se ha conseguido mantener Amsterdam, Fráncfort y París. Ese es el único consuelo junto a que la red de aeropuertos españoles se ha comportado un poco peor que Loiu, con un descenso medio del 72,4 frente al 71,4% de la infraestructura vizcaína.

Respecto a los destinos más utilizados, Madrid volvió a consolidarse como la ruta principal, con 249.000 clientes (-70%), pese a que durante el verano fue insólitamente superada por destinos de sol y playa. Barcelona con 196.000 (-68%) y Sevilla con 119.000 (-60%) completan el podio. El primer destino internacional en importancia es París, con 65.000 usuarios (-79%).

Por aerolíneas, Vueling siguió fiel a Bilbao. Continúa siendo líder. Transporta casi a la mitad de los pasajeros (46%) cuando antes del Covid-19 movía a un 39%. Le siguen Iberia y Lufthansa.

¿Qué cabe esperar de Loiu en los próximos meses? En principio se prevé un tráfico muy reducido hasta marzo. Pero es verdad que algunas aerolíneas comienzan a tomar posiciones de cara al verano y también en vista a que el escenario de la pandemia podría ser más halagüeño a medida que avance este 2021. Easyjet, que suspendió sus vuelos en Bilbao en la primavera, ha anunciado ya que piensa volver con el cambio de temporada (principios de abril). La sensación es de que se tardarán aún varios años en recuperar los niveles de tráfico aéreo previos a este drama, pero 2021 debería servir, al menos, para remontar hasta el momento de la anterior crisis importante, la relacionada con el 11 de septiembre de 2001, que redujo el tráfico mundial y dejó a 'La Paloma' estancada dos años en la barrera de los 2,4 millones de clientes.