El pacto PNV-PSE, una oportunidad histórica para el avance de Barakaldo

Una vez definidos los objetivos comunes y las concejalías que dirigirá cada formación, es importante que el 'matrimonio' sea sólido y sin fisuras. Tras una última legislatura de constantes desencuentros, la paz firmada por la alcaldesa Amaia del Campo y el líder del PSE baracaldés, Alfredo Retortillo, tratará de recuperar una fórmula que ya le funcionó al Consistorio en uno de los momentos de mayor crecimiento y transformación de la localidad, en la década de los 90.

Durante dos legislaturas, la del 91 al 95 y la del 95 al 99, el socialista Carlos Pera gobernó en la ciudad con el apoyo del Partido Nacionalista. Ahora el PNV, con 11 ediles, ha cedido cuatro áreas de calado a los socialistas, con 8: Urbanismo, Empleo, Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente. La mayoría en el pleno que los nacionalistas consiguen a cambio promete poner fin a las desavenencias que en la anterior legislatura paralizaron temporalmente contratos tan importantes como el de la limpieza viaria o proyectos urbanísticos ambiciosos para una de las zonas más degradadas del municipio, Burtzeña.

Allí se prevén edificar 550 viviendas y cubrir parte de las vías del tren. El cambio de voto del PSE en el último momento permitió que saliera adelante. Por los pelos. «Que haya unión en el Ayuntamiento nos viene bien», señaló la portavoz de la asociación vecinal Laguntza, Vanesa Aguilera, quien confió en que esta mayoría les evite tener que volver a «pedir sopitas» para que se actúe en el barrio.

La unión, dicen, hace la fuerza. El paro, el aumento de la delincuencia o la calidad de los servicios preocupan a los ciudadanos. «No nos viene bien que se pongan zancadillas», advierten desde la asociación de comerciantes del municipio, ACE, que ve positivo «cualquier acuerdo» del Ayuntamiento, al margen de siglas políticas. El colectivo, que mantiene el desafío de lograr que el público del BEC se deje ver por las calles del municipio, se quedó este año sin una tarifa especial de la OTA, precisamente, a causa de la confrontación anterior entre PNV y PSE. No hay tiempo que perder.

La creación de empleo es el primero de los objetivos que aparece citados en el acuerdo de estabilidad entre el PNV y el PSE. Aunque en julio el municipio registró su menor tasa de paro de los últimos años, 12,67%, con 6.159 desempleados (frente a los 10.166 de 2013), lo cierto es que agosto fijó otro histórico. La plataforma social Berri Otxoak denunció esta misma semana la mayor subida en ese mes de la última década:un 2,7%.

El concejal socialista Juan Antonio Pizarro, al que el pacto ha situado al frente del área de Empleo, Cohesión Social y Gestión de la Diversidad le tocará lidiar con estas cifras. Aunque los ayuntamientos en sí carecen de competencias en la materia, el Consistorio fabril tiene en marcha un plan para impulsar la contratación de 122 personas con una inversión de 1,44 millones de euros, apoyada por Lanbide. Además, la agencia de desarrollo local, Inguralde, ayudó a crear 107 empresas en 2018 que generaron 135 puestos.

La principal apuesta del PSE para Barakaldo, Alfredo Retortillo, liderará el área de Vivienda, Planificación y Gestión Urbanística, así como la sociedad Eretza, que en elecciones ya propuso «reinventar» como dinamizadora del parque de casas vacías del municipio: más del 8% del total.

Tras la firma del pacto, Retortillo también destacó la caducidad del Plan General de Ordenación Urbana. Es de 2001 y tiene pendientes algunos apartados de Burtzeña y Lutxana. A las 550 viviendas proyectadas en El Calero (Burtzeña) se suma la recuperación a finales de 2017 del proyecto urbanístico de Sefanitro –tras siete años parado–, en el que inicialmente se llegaron a prever 1.300 pisos libres.

No son los únicos proyectos de vivienda reactivados recientemente. En febrero del pasado año la promotora Aelca volvió a poner en marcha la edificación de 311 viviendas en La Dinamita, donde la entrada de Bruesa en concurso de acreedores había dejado unas estructuras a medio construir.

La seguridad ha sido la gran batalla entre ambas formaciones. La última cifra de delitos ofrecida por el Ministerio del Interior registraba un aumento del 9,6% en la primera mitad del año con respecto a 2018. Se contabilizaron 2.369 infracciones penales, mientras que el año anterior fueron 2.168.

Bajaron las riñas tumultuarias, las violaciones, la sustracción de vehículos; pero crecieron el tráfico de drogas, otros delitos contra la libertad sexual y los robos con fuerza en domicilios. Ahora será el concejal socialista Ángel Madrazo el encargado de dirigir un área con especiales tensiones y que tiene entre sus retos acercar la Policía Local a la ciudadanía.

Así se prevé construir nuevas Oficinas de Seguridad Ciudadana en los barrios. También está previsto un aumento progresivo de la plantilla de Policía Local entre 2020 y 2023, gracias al convenio alcanzado con Arkaute, después de que este año haya sido necesario lidiar con una treintena de bajas por jubilaciones.