Osakidetza abre un laboratorio para investigar enfermedades degenerativas como la ELA

Se trata de un nuevo modelo de trabajo, apoyado por el Gobierno vasco e impulsado por BBK, que según ha remarcado el consejero de Salud, Alberto Martínez, promueve «investigaciones en el límite del conocimiento, centrado en las enfermedades neurodegenerativas y abordando los desafíos que nos plantea la longevidad». Todo ello, con una nueva concepción de apertura hacia la iniciativa de los pacientes, «una ciencia inspirada en las necesidades reales de la ciudadanía», para que los resultados lleguen a los enfermos «lo antes posible», ha añadido.

Y es que esta nueva línea de investigación nace con la principal particularidad del contacto constante y permanente con los pacientes, de los que extraerán células que posteriormente serán analizadas y reprogramadas para tratar de crear tratamientos. «El objetivo principal es entender realmente qué es lo que pasa con estas enfermedades y ver qué opciones puede tener cada persona», ha explicado Charo Sánchez Pernaute, jefa del laboratorio, quien anteriormente ya trabajó en Harvard. «Creamos modelos personalizados donde se pueden estudiar los mecanismos de la enfermedad y se pueden probar nuevos tratamientos, basados en corregir una mutación que tienen los pacientes». Actualmente ya analizan el caso de una familia con una mutación única en el mundo de Parkinson, que fue descubierta en Cruces, y con la ELA empezarán por los pacientes ya diagnosticados en los hospitales del territorio, que son derivados a este laboratorio.

Según ha destacado Mar Mendibe, directora científica del Instituto de Investigación Sanitaria Biobizkaia, con este proyecto se traslada todo el trabajo «a la cabecera de la cama de los pacientes», teniendo puentes directos, creando en ellos una transferencia «clínica y que de un impacto rápido». Un modelo que además asegura que es «perfectamente extrapolable» al cáncer y a las enfermedades raras.

Además, otra de las singularidades de este laboratorio es que se ha logrado «atraer y recuperar talento». «Está bien tener buenos materiales pero lo más importante no es la tecnología, sino los profesionales. Además de tener manos, si no hay cerebro no se sacan adelante los proyectos», ha indicado la jefa del laboratorio.

El Biobizkaia BBK Brainlab está también impulsado por la Fundación Occident. Con estos fondos, los de la BBK y parte de lo que obtiene la asociación DaleCandELA de Jaime Lafita, este laboratorio es hoy una realidad. «Con ilusión, pasión, talento, esfuerzo y trabajo en equipo se consiguen cosas que a priori parecen imposibles. Ojalá algún día llegaremos a un mundo sin ELA y podremos decir que este lugar ha tenido mucho que ver», ha declarado Lafita, tremendamente ilusionado por ver su sueño «hecho ya realidad».

«Le debíamos algo a Jaime», ha remarcado Iñaki Gutiérrez, director de Investigación e Innovación Sanitaria del Gobierno vasco, quien ha calificado esta jornada como «clave» para el progreso de la innovación y la investigación en Euskadi. «Este es ejemplo vivo de la sinergia entre la academia, con los expertos que aportan conocimiento y capacidad de exploración; el mecenazgo transformador, con su visión emprendedora y sus recursos, que hacen que las ideas se convierten en soluciones tangibles y con impacto real; el gobierno, con su apoyo y liderazgo estratégico para crear el entorno necesario para que esta colaboración florezca, y la ciudadanía, que es la beneficiaria y la inspiradora última de nuestra labor. Aquí se trabajará para imaginar un futuro mejor».

El Instituto de Investigación Sanitaria Biobizkaia, donde se ha encuadrado este laboratorio, que cuenta en estos momentos con seis profesionales, es todo un referente en el ámbito nacional e internacional. Ha participado ya en 400 proyectos de investigación, con más de 120 ensayos clínicos en enfermedades neurodegenerativas, y una cifra superior a 1.7000 profesionales adscritos, que compaginan la asistencia y los estudios clínicos en Osakidetza.