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Ha llegado el momento de que Bilbao actualice la normativa que busca promover el bienestar y la protección de animales en la ciudad. Pasará su primer trámite en el pleno de la próxima semana, en el que previsiblemente se aprobará una ordenanza que ha sido ... enmendada hasta 67 veces por los partidos de la oposición. 30 de estas alegaciones han sido aceptadas.
En un contexto en el que cada vez hay más mascotas en la ciudad –de hecho, hay más perros que niños–, la ordenanza busca poner orden en la convivencia entre animales y personas, además de adaptarse al marco normativo vasco y estatal. La batería de medidas que se plantean es amplia, ya que sigue las directrices planteadas por al Asociación de Municipios Vascos (Eudel). La novedad más llamativa, sin duda, es aquella que obliga a los dueños a limpiar el pis de sus perros. Quienes no lo hagan se arriesgan a unas multas que se pueden disparar hasta los 3.000 euros.
Esta propuesta, en concreto, ha recibido dos alegaciones, aunque ninguna cuestionando el espíritu de la norma. El PP reclama que el Ayuntamiento aumente el número de fuentes en el espacio público, «en calles y zonas de paseo», para que la persona responsable del animal pueda cumplir la normativa. La enmienda ha sido desestimada. Elkarrekin Bilbao, por su parte, plantea que las personas conductoras de animales tengan la obligación de utilizar «agua con vinagre» para eliminar los orines. Esta combinación, creen desde la coalición de izquierdas, conseguiría reducir los malos olores sin la necesidad de utilizar productos contaminantes. Sin embargo, el equipo de Gobierno lo ha descartado.
La portavoz de Elkarrekin Bilbao, Ana Viñals, es la representante que ayer en las comisiones previas al pleno se mostró más reacia a la normativa. LLegó a asegurar, incluso, que es una ordenanza «que desprotege a los animales». Viñals protesta porque la ley no regula los núcleos zoológicos (como la perrera de la ciudad), tampoco el comercio y la venta de animales, ni los espectáculos públicos, ni las actividades recreativas. También, explica, muestra que el Ayuntamiento pretende gestionar únicamente «las colinas felinas reconocidas, dejando así sin controlar y esterilizar a la mayoría de gatos».
La portavoz de EH Bildu, María del Río, calificó la ordenanza como «fundamental» y después enfatizó en que debe ser «un punto de partida» para sentar unas bases mínimas en la protección de los animales. La postura del PP la defendió Esteban Goti, quien agradeció al Gobierno municipal su disposición por incorporar sus enmiendas que «incentivan la adopción» y «concretan cuál debe ser el papel de la Policía municipal ante una situación de robo o extravío».
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