El cirujano se declara satisfecho tras la operación a Aburto por un tumor

Aburto lleva más de una década conviviendo con esta dolencia. Lo recordó el pasado miércoles, cuando en un vídeo difundido en sus redes sociales daba a conocer que hacía unas semanas, en una revisión rutinaria de control, le detectaron «un pequeño tumor en el duodeno». «El mismo que tuve hace trece años y se me reprodujo hace siete», apuntó. «Ha sido un golpe duro», reconocía en el vídeo, al tiempo que admitía, como es lógico, su nerviosismo. Aunque también se mostraba optimista («estoy fuerte»), en buena medida porque «estoy arropado por mi gente, la más cercana, y en las mejores manos, las manos de la sanidad pública vasca».

Con todo, Aburto estará muy encima de la actualidad de la ciudad. Aunque su baja será previsiblemente larga, «en cuanto me dejen los médicos volveré a estar pendiente de todo». Lo dijo la semana pasada: «Primero, con el móvil, después con las nuevas tecnologías, hasta que me pueda incorporar por completo». Ya cuando fue su operación de cadera, el pasado noviembre, no dejó pasar muchos días desde la intervención hasta que volvió a asumir el mando, aunque fuese por teléfono y en la distancia.

Ahora la situación es más delicada, pero también hay que tener en cuenta que ha salido airoso de las dos batallas anteriores contra la enfermedad. La primera, hace trece años, cuando era diputado de Acción Social en el equipo foral liderado por José Luis Bilbao. Luego, en 2014, siendo consejero de Empleo y Políticas Sociales, cuando sufrió la primera recaída. Entonces estuvo un par de meses de baja; cuarenta días, ingresado en de Cruces. Un año después, en 2015, se hizo con la Alcaldía de Bilbao.

Pese a que el tumor duodenal es una dolencia poco frecuente, tiene varios tratamientos y no es extraño que haya rebrotes. De hecho, es algo que sucede con frecuencia a los pacientes que han sufrido esta enfermedad. Según los oncólogos, cogido a tiempo –este parece ser el caso– el de duodeno suele ser un tumor de buen pronóstico.

El duodeno es la primera de las tres partes en que se divide el intestino delgado, junto con el yeyuno y el ileon. Los especialistas se han referido a esta enfermedad con el nombre de tumor, algo que, de entrada, supone una buena noticia. Cáncer es un término que se reserva para las patologías de peor pronóstico. Los tumores, en cambio, pueden ser benignos, intermedios y malignos. En el de duodeno, su evolución depende del momento en que se detecte.