

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
IRENE MADRERA
Bilbao
Sábado, 24 de septiembre 2022, 16:58
Después del verano más seco en Euskadi desde hace más de 70 años, el agua ha vuelto. Y parece que para quedarse, al menos durante unos cuantos días. Sequía, golpes de calor y sudores quedan ya en el recuerdo de muchos vizcaínos. «Por fin vuelve el fresco y la lluvia, ya era hora», es la frase que más se repite hoy en las calles.
A algunas personas la irrupción del tiempo otoñal le ha pillado por sorpresa. «Vi que estos días daba lluvia, pero no me lo creía después de este verano tan atípico, pensé que el buen tiempo duraría hasta noviembre», afirma Alfredo Álvarez. Aún así, para la mayoría de la población, las bajas temperaturas y el agua han sido bien recibidas: «Parecía que el verano no iba a acabar nunca, menos mal. Ya se nos había olvidado el olor a lluvia», respira tranquila Maite Segura.
Incluso para los amantes del sol el verano ya estaba siendo largo. «El calor está bien, pero lo de estos últimos meses no ha sido ni medio normal, ¡que ha caído agua dos días contados!», explica Ane Moro. También se notan las ganas de volver a las temperaturas habituales. «Ya va siendo hora de cerrar la ventana para dormir y poner el edredón», remata Moro.
En las tiendas de complementos la mañana ha sido intensa. Numerosos ciudadanos salían a la calle con paraguas que, nada más pisar las calles, abrían para protegerse del agua. Sheila Pérez trabaja en uno de estos establecimientos y «no ha parado». «Desde que hemos abierto ha sido despachar cliente tras cliente y todos se llevaban algún paraguas. Nos ha venido muy bien», cuenta Pérez. Uno de los clientes que en ese momento atendía explicaba que la lluvia le «pilló sin paraguas por la falta de costumbre y he tenido que comprarme uno».
Aún así, no siempre llueve a gusto de todos. «Necesitaba que volviera el frío, pero la lluvia no, es muy incómoda», se quejaba María Llorente. Una afirmación con la que no están de acuerdo los ganaderos vizcaínos. Como Mikel Torres, el encargado de gestionar una finca en Mungia, que se confesaba «encantado». «Los que tenemos animales llevamos deseando esto meses. Espero que no pare de llover, lo necesitamos», admitía aliviado Torres.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Batalla campal en Rekalde antes del desalojo del gaztetxe
Silvia Cantera y David S. Olabarri
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.