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El lehendakari Iñigo Urkullu. EFE
Perplejidad
Análisis

Perplejidad

Sea por la inminente campaña o por un golpe de autoridad de última hora de Urkullu, la decisión sobre el Guggenheim de Urdaibai no hace sino ahondar el desconcierto

Miércoles, 24 de enero 2024, 00:05

Se puede garantizar «al cien por cien» la ejecución de un proyecto cuya «viabilidad» se pone en cuarentena? ¿Puede ser una «apuesta firme» y una «oportunidad» para una comarca un museo que no se sabe a ciencia cierta si se construirá o no y que ... se mueve, según sus propios promotores, en «la incertidumbre»? ¿Por qué se anuncia ahora, en puertas de las elecciones autonómicas, un acuerdo adoptado en diciembre para después salir a matizarlo por tierra, mar y aire? ¿Por qué el portavoz del Gobierno vasco y consejero de Cultura lee la lista completa de miembros del Patronato del Museo Guggenheim para insistir en el perfil colegiado de la decisión si el lehendakari Urkullu y la diputada general Etxanobe ya habían confirmado el lunes que ambos «de la mano» propusieron a ese órgano «darse un tiempo», como las parejas en crisis? ¿Por qué el mismo Bingen Zupiria, que en octubre de 2022 dijo «no saber» si el Guggenheim de Urdaibai se haría o no, se remitió ayer al Plan Estratégico que contempla establecer las «bases concretas» del proyecto antes de 2028?

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