Sin oficinas en el centro de Bilbao

Los responsables municipales reconocieron en aquel encuentro la necesidad de «actualizar» 20.000 metros cuadrados de oficinas que se encontraban sin uso debido a su deficiente estado. Una reunión de estas características tendría muy poco sentido hoy por la escasa oferta que ofrece la capital vizcaína. «En lo que llevamos de año hemos colocado casi 5.000 metros cuadrados, pero ya no queda casi nada. Solo cosas contadas», detalla Patricio Terry, responsable de Inmoempresas, una de las inmobiliarias más importantes del sector.

La pandemia ha variado las reglas del juego y compañías que en su día se trasladaron a polígonos industriales del extrarradio en busca de suelo más barato intentan regresar ahora a la ciudad. Las multinacionales interesadas en el mercado local desean equipamientos «'tipo Iberdrola'», pero, sobre todo, acercarse «al centro» porque es lo que «reclaman sus empleados», añade Terry. «Quieren estar cerca de servicios, tiendas y gimnasios», coinciden Juanjo López del Corral y Laura Pemán, directivos de la consultora CBRE en el País Vasco.

El problema es que no hay espacio y lo poco que hay es bastante caro. El precio del metro cuadrado se mueve en una horquilla que fluctúa entre los 9 y 16 euros mensuales. Según CBRE, en Bilbao sucede lo que no pasa en «ninguna otra capital española, ya que en ciudades como Madrid las empresas están acostumbradas a instalarse en los parques empresariales, pero aquí, no». Existe actualmente una demanda de 7.000 metros cuadrados de empresas «que no saben dónde meterse. Hay una falta total de espacio y no se vislumbra más superficie hasta que se ponga en marcha Zorrozaurre», advierten. Sin embargo, para esto habrá que esperar como mínimo a 2025.

Bilbao cuenta con 600.000 metros cuadrados de uso terciario, distribuidos en aproximadamente 130 edificios, sin incluir los inmuebles ocupados por las administraciones públicas. La ocupación está en máximos históricos. Si el ratio de desocupación en la villa es del 8%, según Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, en el centro este nivel se sitúa por debajo del 5%. «Hay que dotar a la ciudad de más oficinas», admite, porque Bilbao «constituye una magnífica oportunidad».

Sin embargo, este objetivo plantea una enorme complejidad. La media de disponibilidad en los 30 mejores inmuebles de oficinas es de apenas el 3%. Torre Iberdrola y el BAT ejemplifican el escenario actual. Aportan 63.000 metros cuadrados de los 95.000 construidos o rehabilitados desde 2000, lo que representa cerca del 70%.

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El centro internacional de emprendimiento creado por la Diputación en la Torre Bizkaia sumará a sus cuatro plantas actuales otras cinco en el otoño de 2024, superando los 7.000 metros cuadrados. La sede de Iberdrola, en la que han recalado recientemente empresas que tuvieron que abandonar el edificio de Mapfre del Ensanche tras adquirirlo el Gobierno vasco para levantar la nueva sede judicial, presenta un índice de ocupación del 96%. «Hay mucho movimiento y varía ligeramente mes a mes. De hecho, tenemos varias operaciones en marcha y estamos gestionando la lista de espera», señalan desde la eléctrica.

No son los únicos inmuebles que están a punto de tocar techo. Si los locales marcan de media un 95%, algunos han alcanzado ya «el 100%», confirma Terry. Esta lista incluye los edificios Albia, Granada, Inbisa y Sota 45, en la Gran Vía; Elcano 9, junto a la Plaza Moyua, o el antiguo inmueble de Axa, en el número 24 de la calle Ercilla, cuyos bajos comerciales ocupó durante años El Corte Inglés. También ha alcanzado la plena ocupación el complejo de oficinas de la FNAC, en Alameda de Urquijo, adquirido por una familia vizcaína a principios de 2022 tras realizar un desembolso de 42 millones de euros.

El concejal Xabier Ochandiano atribuye el déficit de oficinas en las arterias más céntricas al «ímpetu» de las empresas por situarse en «edificios emblemáticos y modernos» con «estándares de accesibilidad, sostenibilidad y seguridad» que, a su juicio, refuerzan «la marca» de esas empresas, además de proyectar «la imagen de ciudad». Pese a la casi inexistente oferta, Ochandiano rechaza que Bilbao pueda entrar en «una fase de tensión» y, lo que es peor, «perder oportunidades». Recuerda que los 150.000 metros cuadrados de suelo terciario reservados en Zorrozaurre supondrán «una excelente oportunidad» que facilitarán la constitución de «un nuevo centro que concentrará actividad».

Carolina Pérez Toledo, presidenta de Cebek, considera que la administración debería ayudar con «la mejora de la burocracia» a paliar esta «escasez» que, en su opinión, se extiende «al resto de Bizkaia», por el gran número de empresas que «quieren venir aquí, en lugar de irse». Pedro Campo, presidente de la patronal del comercio vizcaíno, cree que habrá que «ingeniárselas como sea» para no perder «tirón» e impulsar la construcción de oficinas nuevas, pese no a contemplarlo en el Plan General de Ordenación Urbana de Bilbao.