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Un rebaño de ovejas pasta en una ladera de Artxanda con Bilbao al fondo. luis ángel gómez
Ocho formas de redescubrir el Anillo Verde

Ocho formas de redescubrir el Anillo Verde

EL CORREO y el Ayuntamiento de Bilbao invitan a los lectores a explorar los rincones más naturales con ayuda de un póster e información detallada de paseos

Sábado, 11 de septiembre 2021, 00:32

A ver qué ciudad de las dimensiones y la relevancia de Bilbao está mecida por montes verdes tupidos de robles, fresnos, encinas, hayas, tejos, tilos, arces, castaños, alcornoques, abedules... A ver qué ciudad equiparable tiene a golpe de vista desde el mismo centro urbano un ecosistema donde habitan zorros, jabalíes, corzos, tejones, ranas patilargas, visones... Desde las alturas lo divisan todo con naturalidad atenta los cernícalos, pinzones, halcones, jilgueros, petirrojos...

A la gente que viene de fuera le llama mucho la atención esta proximidad entre el medio natural y el urbano, y su convivencia tan íntima. Por ejemplo, a Nilofar Bayat, la capitana de la selección de baloncesto en silla de ruedas de Afganistán que a finales de agosto recaló en la villa huyendo de los talibanes. Desde uno de los miradores que dominan Bilbao abría los ojos y los brazos. «Qué bonita es esta ciudad, rodeada de montañas, tanto verde...». Y respiraba profundo.

Ese cinturón natural que rodea la villa se llama Anillo Verde y aún hay muchos bilbaínos que no son conscientes de que está a cuatro pasos de sus casas. Lo recorre la gran ruta GR228, de 38,1 kilómetros. Discurre por los parques forestales de Artxanda, Monte Avril, Arnotegi, Pagasarri y Arraiz. Pero es que desde distintos puntos de la ciudad se puede llegar a este gran recorrido caminando y en un pispás. Y esos accesos constituyen en sí mismos paseos fantásticos. Hay muchos rincones desde donde, entre los tejos o los helechos, se divisa la mancha urbana y se ve con unos ojos muy diferentes. También se puede mirar hacia el pasado porque entre la vetegación hay vestigios, por ejemplo, del Cinturón de Hierro que trataba de proteger a Bilbao durante la Guerra Civil española. O, mucho más atrás en el tiempo, está la estación megalítica de Hirumugarrieta, en Artxanda.

Para acercar toda esta riqueza a la ciudadanía EL CORREO, con el patrocinio del Ayuntamiento de Bilbao, ha diseñado una iniciativa divulgativa singular. Mañana domingo, encartado con el periódico, se ofrecerá un póster con el mapa general del Anillo Verde y las ocho rutas de acceso desde distintos puntos de la ciudad. Luego, cada jueves y durante ocho semanas, se publicará cada una de esas rutas de manera detallada tanto en papel como en elcorreo.com. La iniciativa incluye la acción 'embajadores del anillo verde', mediante la cual se anima a todos los lectores que hagan la ruta a enviar su foto del recorrido a la web https://especial.elcorreo.com/anillo-verde-bilbao/, donde se publicarán. Las mil primeras tendrán de regalo un kit para cultivar flores, y entre todos se sorteará una bicicleta eléctrica.

«Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia es la vital importancia de espacios abiertos, naturales y extensos en los que la ciudadanía pueda disfrutar de un tiempo de esparcimiento seguro y saludable, algo que sin duda repercute en su calidad de vida», subraya el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Además, en pleno desafío climático espacios como los que componen el Anillo Verde tienen una importancia determinante.

Hay mucho sitio para caminar. «La red básica del anillo periurbano cuenta con más de 70 kilómetros de recorrido y gozamos de más de 130 hectáreas en superficies de recreo», recuerda Aburto. Se trata de un patrimonio enorme, pero también es un entorno frágil. Así que «cuidarlo, protegerlo y preservarlo es responsabilidad de todas y todos».

Se cuida lo que se quiere, y se quiere lo que se conoce. Eso es lo que pretende la iniciativa que arranca mañana en EL CORREO: que toda esa riqueza natural que rodea Bilbao tenga el protagonismo que se merece. Y pocos momentos del año son tan propicios para zambullirse en los montes como el otoño que se aproxima. «Motivos nos sobran para planear una visita y un paseo por nuestro Anillo Verde», anima el alcalde. «¡Disfrutémoslo! ¡Cuidémoslo! ¡Conservémoslo!».

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