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La Diputación ha decidido acelerar unas obras fundamentales, las de los túneles de Mamariga, que durarán ocho meses en lugar de los 15 previstos inicialmente. Los trabajos, que comenzaran el próximo lunes, implicarán el cierre de la primera galería desde noviembre hasta enero ... y desde febrero hasta abril el segundo. Durante ese periodo los vehículos circularán por el que se mantenga abierto en ambos sentidos.
Estos túneles, que fueron abiertos en el año 1990, constituyen un punto estratégico de la red foral de carreteras y son utilizados a diario por más de 17.000 vehículos para acceder al Puerto de Bilbao y a los municipios de Santurtzi y Zierbena. «Es un proyecto esencial para la modernización y mejora de la seguridad vial de una carretera prioritaria hacia uno de los motores de la economía vizcaína» aseguró el diputado de Promoción Económica y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, que ha comparecido este viernes acompañado por el presidente del Puerto, Ricardo Barkala. Ambos expresaron el compromiso de «poner todas las medidas y recursos necesarios para acelerar los trabajos y gestionar el tráfico de Transportes Especiales de manera que las afecciones sean las mínimas posibles y se garantice en todo momento la accesibilidad y competitividad del Puerto».
Además de insuflar 1,1 millones de euros a las obras para recortar siete meses su duración -la factura total asciende a 5,8 millones-, se establecerán «unas ventanas horarias» para los Transportes Especiales (TTEE). Así, los 3.600 vehículos anuales que superan los límites de ancho, altura o peligrosidad deberán acceder y salir entre las 10.30 horas y las 15.30 horas y de 16 a 17.30 horas y en otro tramo nocturno. Se unirán en convoyes y se cortará el tráfico para que puedan transitar con seguridad. El 75% de los accesos al puerto se realizan por estos túneles, según ha concretado Barkala.
Sin embargo, su antigüedad los ha dejado bastante desfasado. Ahora se actuará sobre el trazado, la impermeabilización y el drenaje, así como en el resto de infraestructura básica (firmes, revestimiento estructural, estético, barreras de seguridad, drenaje) e infraestructura de seguridad (alumbrado, señalización, instalaciones, protección contra incendios, megafonía). También ganarán algo de altura y se adecuarán a las normativas europeas. «Ves Autzagane y notas grandes diferencias. Tocaba ponerlos al día, con los medios del siglo XXI, porque son una infraestructura importante», ha destacado Pradales.
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