«Nadie me obligó, lo hice por amor, pero conmigo era más barato»

Tiene claro que la decisión de dedicarse de manera «absoluta» a su hogar fue totalmente voluntaria. «Nadie me obligó a hacerlo, lo hice porque quise, por amor», admite. Cuando se conocieron «yo era muy joven e ingenua». Con el tiempo y la experiencia, ha aprendido que «nadie debería dejar todo apartado para volcarse en el hombre de su vida».

Está convencida de que sin ella, su exmarido también habría obtenido un brillante éxito profesional, aunque alega que «conmigo resultó más fácil y más barato» para él, ya que por esa labor administrativa y de papeleo no percibía ningún ingreso económico ni tampoco cotizaba a la Seguridad Social. «Lo que más me escuece de todo es haberme dedicado a ayudarle en su trabajo y mientras la otra persona iba avanzando, yo me quedé sin nada». dice.

De cara al futuro, le preocupan sus dos hijos, que «están arrancando con sus trabajos» y la siguen necesitando. De momento, dispone de los dos próximos años para poder rehacer su vida y encontrar una nueva residencia.