El obispo de Bilbao alerta de que las consecuencias del cambio climático «ya están aquí»

El prelado ha insistido en dos ideas fundamentales. La primera es la necesidad de fortalecer a la Iglesia como una comunidad «acogedora e inclusiva». La segunda se ha centrado en los desafíos que plantea ya el cambio climático en nuestra sociedad.

En un discurso pronunciado en euskera y castellano, el obispo ha subrayado que la Igleisa vizcaína afronta «situaciones, retos y necesidades que ni nuestros abuelos hubieran imaginado». Desafíos que se afrontan a veces «desconcertados» pero, ha remarcado Segura, también con la «confianza de caminar junto a Jesús».

El prelado ha insistido en que las comunidades católicas deben afrontar este año con la idea de «hacer lo necesario» para ser «más acogedoras e inclusivas». Se trata de un reto que supone mucho más que «abrir las puertas del templo». La idea es moverse y escuchar, para entender «lo que pasa en el mundo». «Para acoger hay que hacer sitio, sitio para que quien llega sienta que tiene espacio para poder decir y para poder hacer», ha insistido.

El obispo también ha hecho hincapié en el cambio climático. Ha expicado que en los próximos días se recibirá un mensaje del Papa llamando a promover una «ecología integral» y a tomar conciencia de que los recursos naturales no son inagotables. En este sentido, se ha referido a las declaraciones del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que hace unos días aseguró que «la humanidad ha abierto las puertas del infierno» para subrayar que las consecuencias del calentamiento global «ya están aquí»: hambrunas, sequías, desplazamientos... Segura ha remarcado que este debe ser el momento de «repensar» los modelos y «nuestra forma de vivir».