La noche de «furia» de Iker, el asaltante de Leioa que ha acabado en prisión

Esta agresión ha terminado con los dos individuos en prisión preventiva, según ha podido saber EL CORREO. En función de cómo se desarrolle la investigación, se pueden enfrentar a los delitos de robo con violencia y lesiones. Las fuentes jurídicas consultadas no descartan que puedan ser acusados de detención ilegal y secuestro, delitos penados contra 6 y 10 años de cárcel.

Pero es que, además, el asalto a la vivienda de este hombre -que declaró no conocerles de nada- no fue el único incidente violento que supuestamente cometieron durante esa noche. Horas antes, se dirigieron a casa de la expareja de Iker en Bilbao en modo «amenazante», según fuentes policiales. Primero fueron con otra mujer, que le empezó a tocar el timbre para decirle que bajase al portal. La joven no sabía en ese momento que su expareja estaba también en la zona. Pero decidió no bajar. Según las fuentes consultadas, es probable que los supuestos asaltantes de Leioa utilizasen a esta mujer como gancho para hacer bajar del piso a la expareja, ya que sabían que no lo iba a hacer si sabía que Iker estaba ahí.

La chica recibió después una llamada con número oculto en la que le empezaron a insultar con «furia». Después le empezó a tocar otra vez el timbre. Según fuentes policiales, la víctima les dijo que había llamado a la Ertzaintza y que le dejasen en paz. Esta chica presentó al día siguiente una denuncia por violencia de género contra Iker ya que no era la primera vez que sufría algo así. Este sujeto tiene antecedentes por delitos de violencia de género cometidos contra varias mujeres, robos y lesiones.

Aquel incidente se produjo en torno a la una de la madrugada. Es decir, apenas hora y media antes de que Iker y su compinche, vecino de la pedanía cántabra de Cerdigo, entrasen en la vivienda del vecino de Leioa al que pegaron una paliza. Antes habían estado «bebiendo y visitando salones de juego», según los mismos medios. En un primer momento, dadas las extrañas circunstancias del caso, se sospechó que detrás de lo ocurrido podía esconderse un supuesto ajuste de cuentas. Los dos asaltantes fueron detenidos y en su coche llevaban objetos que se llevaron de la vivienda de la víctima.

El hombre, sin embargo, aseguró en todo momento que no conocía de nada a sus asaltantes. Las fuentes consultadas tampoco descartan que, dado su historial, eligiesen a su víctima «al azar» o después de verle sacar dinero de un cajero automático.