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Una empleada recoge una de las terrazas de una calle Ledesma totalmente vacía a la medianoche. IIgnacio Pérez

La noche de Bilbao, bajo mínimos

Menos fiesta ·

La moda del tardeo, la proliferación de locales diurnos y el cambio de hábitos apaga la diversión nocturna en una ciudad con un 15% menos de locales que en 2009

Domingo, 9 de junio 2024, 01:09

«La noche de Bilbao está muerta, muy muerta. Salvo los fines de semana, no ves gente por la calle», lamenta Angel María Martín Brezmes, propietario del restaurante San Marcos, junto a la Alhóndiga. «Empecé en la hostelería con 17 años y tengo 37, y ... ha decaído muchísimo. Pero muchísimo es muchísimo», subraya Aitor Arévalo, dueño del Matxitxako, uno de los bares más populares de Pozas. «Antes, Bilbao era más de alternar. Se salía mucho. La gente que viene de fuera me suele preguntar lo mismo: '¿pero en Bilbao no había ambiente?' Y no. A partir de ciertas horas, se apaga todo. Una pena», se queja Arévalo, que destaca el bajón de la facturación.

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Hay datos que evidencian la pérdida de peso de la noche de la capital vizcaína. En los últimos quince años, el número de establecimientos de hostelería desaparecidos ha crecido un 15%, según recoge la página web del Ayuntamiento. La oferta, que incluye bares, discotecas y pubs, además de cafeterías y restaurantes, ha pasado de los 2.724 locales de 2009 a los 2.357 del año pasado. La cifra de negocios que ha bajado la persiana en este periodo asciende a 367. Desde la pandemia han cerrado 66.

Un cúmulo de factores explica la transformación de una ciudad irreconocible e invadida por turistas con dos caras completamente diferentes: la imagen que ofrece durante el día no tiene nada que ver con la de la noche. El bullicio diurno «va a más» alimentado por el fenómeno del tardeo, que no parece tener límites, y la proliferación de establecimientos diurnos, que cesan la actividad a las diez de la noche, salvo cuando Bilbao acoge la celebración de grandes eventos y se les permite estirar el horario dos horas más.

La gente sale antes, pero, por el contrario, se recoge muy pronto. «No compensa lo que se gana con lo que se pierde», esgrime el sector. «Sin embargo, los viernes continuamos trabajando muy bien», matiza Alberto Aparicio, responsable de Attico 14, uno de los pubs más concurridos de Alameda de Mazarredo. Sin embargo, a partir de las once de la noche, «es difícil encontrarse a alguien en la calle», explican.

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«No me divierte y, además, se observa bastante agresividad», enjuicia el showman La Otxoa. «Me aburre», apostilla. Patxi Ortun, el histórico relaciones públicas que marcó la noche de los 90 y principios de siglo desde Distrito 9 y Public Lounge, entiende que la gente haya dejado de salir. «Yo soy carne y alma de noche, pero en la de Bilbao no pasa nada. Soy mayor, pero no viejo. Para qué frecuentarla si no hay cultura de clubes ni nada de nada», critica.

Este ambiente apático alcanza a todo tipo de locales, incluidas las discotecas, que hasta ahora se habían salvado de la quema. «Ya ni siquiera nos funcionan los jueves», admite Luis Ángel Rodríguez, dueño del Moma, una de las salas más exitosas de la capital vizcaína. Con todo, lo peor se avecina «a partir de este mes, con el comienzo de las fiestas de los pueblos». Así que durante el resto del año el negocio se concentra fundamentalmente en solo dos jornadas: los viernes y sábados.

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Gran oferta

Pese al cierre de locales, la capital vizcaína cuenta actualmente con 98 locales con licencia de discoteca y 65 de pub

Adiós a los 'juernes'

Los empresarios de ocio nocturno añoran los tiempos en que los jueves recibían una avalancha de jóvenes, «ejecutivos y universitarios». Los hosteleros saludaron los 'juernes' como los nuevos viernes. «Veías cantidad de trajes y maletines», detalla Martín Brezmes. Pero la fiesta se ha cortado de raíz. En este contexto, a las discotecas no les ha quedado otra alternativa que reinventarse trabajando en horarios vespertinos para sacar tajada.

El desplome demográfico está detrás de esta crisis, según Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia (AHB). El número de jóvenes de entre 18 y 35 años, principales consumidores de las barras, se ha desplomado un 45% en las últimas tres décadas. «A menor número de clientes, menos establecimientos funcionando y, por tanto, también menos clientes potenciales», esgrime Sánchez, que en absoluto comparte el pesimismo de los más agoreros. «Tampoco es que esté tan mal la noche», corrige.

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Xabier Ochandiano, concejal de Desarrollo Económico y Comercio, apunta también a la caída demográfica como uno de los principales motivos del retraimiento del ambiente nocturno. Aun así juzga «muy interesante y valiosa» la noche bilbaína que, reconoce, ha perdido «algo» de fuelle; «pero aquí y en casi todas las ciudades del país y de Europa. Pero la nuestra sigue siendo dinámica y atractiva». Sí echa en falta, en cambio, la apertura de más establecimientos «con música en directo», al estilo del Crystal, promovido por Alfonso Santiago, promotor del BBK Live. Oferta con la que atender la demanda de los numerosos congresistas de paso por la villa que se quejan habitualmente de «no tener ningún sitio a donde ir», según han recogido diferentes informes oficiales. En el último congreso internacional de odontólogos, que congregó la semana pasada a más de 4.500 profesionales en el Palacio Euskalduna, los asistentes tuvieron que montarse la fiesta por su cuenta y organizar eventos privados ante la falta de locales.

Pese al cierre de numerosos negocios, Bilbao mantiene sobre el papel una elevada oferta con 98 locales con licencia de discoteca y 65 de pub. Los primeros locales, englobados en el grupo IV, al igual que los cafés-teatro, disponen de licencia para trabajar en verano hasta las 6.30 horas de la mañana, mientras que a los segundos, encuadrados en el área III, cuentan con permiso para operar hasta las cuatro de la madrugada en el periodo invernal y media hora más tarde entre junio y septiembre.

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Ambiente en Ledesma durante el día. Ignacio Pérez

Muchos bares

No obstante, los bares y restaurantes, pertenecientes al grupo II, son de largo los locales más abundantes en una ciudad que está acusando los altos precios de las consumiciones. «Los bolsillos no dan para salir todos los días. No todo el mundo puede pagar 15 euros por un gin-tonic», alega Rodríguez. «El botellón no ayuda al ocio nocturno porque si los jóvenes están en las calles no consumen en los bares», advierte Sánchez.

Esta noche bajo mínimos ha afectado de rebote a sectores como el taxi. Entre semana muchos conductores han dejado de trabajar «por la falta de clientes», asegura Borja Musons, presidente de Radio Taxi. «No tiene sentido», justifica. Los jóvenes mayores de 30 años viven en una especie de limbo al no encontrar sitios donde divertirse. Todo lo contrario que los restaurantes, que atraviesan el mejor momento de su historia con los comedores llenos a todas horas y numerosos clientes tomándose las copas en sus mesas después de concluir la cena.

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En este Bilbao nocturno a la baja, ni siquiera las asociaciones vecinales parecen mostrarse contentas. «El modelo de ciudad '24horas' tipo Nueva York genera desigualdad e inseguridad. No somos unos aguafiestas. Defendemos el ocio sano y constructivo. Nos parece bien que la gente se divierta, pero respetando el derecho al descanso del vecino y no dejando las calles repletas de vómitos y orinas y plagadas de reyertas», esgrime Lourdes Llorens, presidenta de la asociación de vecinos Uribitarte Anaitasuna.

Tipos de licencia

Grupo 2

Engloba a bares y restaurantes, los establecimientos más numerosos. Arrancan el horario de apertura a las seis de la mañana y pueden extender la actividad, como máximo, hasta las tres de la madrugada los viernes y vísperas de festivos en verano, según la normativa del Gobierno vasco.

Grupo 3

El decreto del Ejecutivo autonómico permite a los 65 locales con licencia de pub existentes en Bilbao trabajar en invierno hasta las 2.30 horas, aunque los viernes y vísperas de festivos tienen la posibilidad de operar 90 minutos más. El cierre en verano se alarga media hora más, hasta las 4.30.

Grupo 4

Discotecas. Llama la atención el número de negocios hosteleros bilbaínos con esa categoría. Son 98 y cuentan con una mayor libertad horaria, ya que están autorizados a operar hasta las 6.30 horas. Entre el horario de cierre y apertura debe transcurrir un periodo mínimo de seis horas.

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