«Cualquier día un vecino va andando y se le desploma parte de la fachada encima»

El estado de las infraviviendas de Kareaga Goikoa en Basauri cada vez es más delicado, tanto para aquellos que residen en los números 1, 3, 5 y 7, como para los ciudadanos que transitan por la calle. La falta de acuerdo entre el Departamento de Vivienda del Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Basauri no deja entrever una solución fácil de cara a tirar abajo los edificios, que están fuera de ordenación desde hace dos décadas. Tres de los inmuebles están ocupados por una docena de familias, la mayoría de alquiler y con pocos recursos, mientras que el cuarto portal está tapiado. Los residentes del barrio temen que haya una desgracia en el interior, pero también de puertas para fuera.

«Cualquier día vas andando y se te desploma parte de la fachada encima», denuncian Marisol y José, dos vecinos que todos los días dan un paseo hasta Etxebarri. De un tiempo a esta parte evitan pasar por debajo de los edificios y continúan por la acera contraria hasta que cruzan por el paso de cebra que se encuentra más adelante. «No entendemos cómo puede vivir ahí alguien, cualquier día les va a pasar algo, pero también a los que andamos porque se caen cascotes», comentan. Para la asociación de vecinos únicamente cabe una «solución integra». «Están en muy mal estado, la única opción es trasladar a los vecinos a otro sitio porque no se puede rehabilitar nada, supone un auténtico peligro para todo el barrio y para la gente que transita por la acera. Llevamos tiempo solicitando que se coloque una visera o algo que evite la caída de cascotes a la calle», recuerdan.

Ante el peligro, la Brigada Municipal ha acordonado la zona para que ningún viandante sufra un percance. Pero el equipo de gobierno entiende que hay que ir al fondo de la cuestión. Mientras los propietarios no arreglen los inmuebles por lo menos hay que proteger el lugar. A lo largo de las proximas semanas el Ayuntamiento costeará la colocación de una «visera y marquesina de protección en toda la longitud correspondiente a las fachadas». Lo hará después de que haya vencido el requerimiento que la institución local envío antes de verano a los propietarios y que únicamente la empresa propietaria del número 3 ha contestado. Aunque los edificios están fuera de ordenación urbana desde hace 20 años, lo que ha ido derivando en una situación de abandono y dejadez, a través de un decreto el equipo de gobierno recuerda que tienen obligación de mantener los inmuebles en correcto estado. De hecho, la institución local no pone ninguna pega a que se realicen obras para mantener los edificios en condiciones de habitabilidad y salubridad, sobre todo, para evitar daños a terceros, algo que tampoco se está haciendo.

«Después de la actuación que vamos a llevar a cabo requeriremos a los propietarios el abono del gasto en el que hayamos incurrido», recuerdan portavoces municipales.

Ya hace años algunos residentes denunciaron hundimientos parciales de los forjados del edificio en alguna de las viviendas desocupadas. Incluso en 2015 la inspección técnica reconocía que se no podía asegurar la «estabilidad ni la seguridad de sus ocupantes» y alertaba de la posibilidad de desprendimientos. En varias ocasiones los responsables municipales han solicitado diferentes reparaciones de fachada e incluso la consolidación de la estructura. Desde la oposición, EH Bildu y Elkarrekin Podemos ha solicitado al Ayuntamiento que mueva ficha para realizar esta última obra, pero también para realojar a los propietarios por el «peligro que supone».

El alcalde, Asier Iragorri, asegura que sigue trabajando para alcanzar un acuerdo con el Departamento de Vivienda. «Los servicios técnicos están siendo agiles y valorando la actuación que está incluida en el PGOU y alguna otra posibilidad por si esa no saliese», apunta el primer edil. Portavoces del Ejecutivo autonómico reconocen que todavía no se ha dado ni un solo paso para poder llevar a cabo la operación por la que la institución local cederá un solar municipal en Uribarri para que el Gobierno vasco levante allí un bloque de viviendas y realoje a su interior a estas doce familias.