El municipio 113 de Bizkaia ya cuenta con un local donde poner en marcha la maquinaria administrativa de su ayuntamiento. Desde que Usansolo se convirtió en una localidad más de pleno derecho del territorio, la comisión gestora -figura establecida para dirigir el pueblo hasta la celebración de elecciones- se estableció en el caserío Txapelena, lugar donde se celebran en la actualidad las sesiones plenarias y se atiende a la ciudadanía.
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Con la compra de un nuevo inmueble, los servicios se desplazarán a un espacio de 710 metros cuadrados ubicado entre la calle Pertxin Bidea y la plaza Arlo Baltza. Pero antes, el local, de dos plantas, necesita una reforma para adecuarlo a las necesidades municipales. La comisión gestora, formada por ocho representantes de Usansolo Herria, dos del PNV y una más de EH Bildu, ha adquirido el equipamiento por un importe de 650.000 euros y espera que las tareas para adecentarlo puedan estar adjudicadas a finales de este año.
«Ahora estamos trabajando en el proyecto de reforma y la intención es sacarlo a licitación para diciembre», explica Agustín Aizpuru (Usansolo Herria), presidente de la comisión gestora. El planteamiento que se maneja, por el momento, es que la planta superior se destine a la parte administrativa y los despachos. Esta zona podría empezar a funcionar mientras la inferior sigue de obras, ya que esta última necesita intervenciones de mayor calado.
Aizpuru argumenta que la operación de compra del local es necesaria tanto para tener centralizados los archivos municipales, como para gestionar las futuras contrataciones. Por el momento, la localidad tiene cuatro trabajadores municipales provenientes del Consistorio galdakoztarra, pero con el tiempo deberán estar regularizados como empleados de Usansolo.
Una vez que el nuevo espacio eche a andar como Ayuntamiento oficial, será más sencillo seguir dando pasos para lograr más autonomía. Una de las cuestiones que se dilucidó en las últimas semanas es la forma en la que se recaudarán los tributos en Usansolo. Como ocurre en otros municipios de menor población, la Diputación de Bizkaia se encargará de este cometido.
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Junto a esta decisión, el pleno de la comisión gestora alcanzó con la institución foral un acuerdo sobre los residuos que se recojan en el pueblo y que podrán ser depositados en los vertederos autorizados. Por otro lado, un pacto entre los consistorios de Usansolo y Galdakao obligará al primero a pagar cuatro millones de euros anuales al segundo durante dos años por servicios compartidos.
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