Tres municipios unen sus fuerzas para salvar la Virgen de la Antigua

Como en tantas otras historias, fue un pastor, que llevaba su rebaño por las faldas del Txarlazo, quien halló milagrosamente una imagen de la Virgen entre las ramas de una morera, dando pie a la fundación del Santuario de la Antigua en Orduña. El monumento a la Virgen, construido en 1904 en la cima de ese monte, también bebe de esa leyenda y desde su inauguración se ha convertido en un punto de referencia para peregrinos y amantes de la montaña.

La imponente edificación de hormigón, de 25 metros de altura y un peso aproximado de 50 toneladas, sufre un grave deterioro, fruto de las inclemencias del tiempo padecidas durante más de 120 años. Una situacion que alertó a los ayuntamientos responsables –Orduña, Villalba de Losa y Amurrio– de la necesidad de acometer su urgente rehabilitación. El pasado 30 de diciembre, los tres municipios constituyeron la fundación 'Virgen del Txarlazo', algo que el alcalde de la localidad vizcaína Iker Santocildes (EAJ-PNV) calificó como «un paso muy importante para poder recaudar fondos».

«Ahora debemos echar a andar», afirma Santocildes. «Decididir qué gente entrará en el patronato, reunirnos con administraciones públicas y empresas privadas para buscar financiación. También queremos firmar un convenio con alguna universidad e incorporar a alguien en prácticas que se encargue de gestionar la fundación». El primer edil calcula que en un plazo de siete u ocho meses podrán comenzar realmente su labor.

El mal estado del monumento viene de lejos. En 2021 tuvo que ser cerrado al público y vallado para evitar posibles accidentes. Al año siguiente, 'Hispania Nostra', una asociación que defiende el patrimonio cultural del Estado, lo incluyó en su lista roja de enclaves que sufren «un grave riesgo de desaparición o alteración esencial de sus valores».

El deterioro obedece a dos motivos principales, recogidos ambos en el informe elaborado por la empresa Tecnalia sobre el estado del monumento y los pasos a seguir para su reparación. El primero es la corrosión de las armaduras por la «carbonatación del hormigón y su alta exposición a la humedad». El segundo hace referencia a los daños en el revestimiento exterior por su continua exposición a «ciclos de hielo-deshielo y lluvia-calor».

A finales del año 2023, la Junta de Castilla y León lo reconoció como Bien de Interés Cultural, un primer paso que debía facilitar el acceso a ayudas, y poco después dio su aprobación al informe presentado por Tecnalia. Sin embargo, como reconoció la anterior aldesa de Orduña, Itziar Biguri (EH Bildu), «una obra así no la puede soportar un Ayuntamiento como el nuestro». De ahí que el anterior equipo de gobierno solicitase al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo una subvención de tres millones de euros. No obstante, esta fue rechazada, dejando el proyecto a la espera de nuevas fuentes de financiación. «Al tratarse de una obra tan costosa, nosotros consideramos que el dinero debe venir del Gobierno central», señala Santocildes. «Creo que encajamos en el 2% cultural, pero para ello primero tienen que aprobarse los Presupuestos Generales del Estado».

Además del proyecto de reforma, la fundación también busca poner en valor el monumento y la zona en la que se ubica, de ahí que en su momento la ayuda se solicitase al Ministerio de Turismo. La ingeniería Fulcrum y la empresa de servicios turísticos Itxaslehor han sido las encargadas de elaborar este plan que quiere convertir el monumento a la Virgen de la Antigua y el monte Txarlazo «en un destino de referencia en Euskadi y Castilla y León».

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