Los tapones unidos a las botellas acaban con los 'corazones solidarios' de Etxebarri

Hasta este año, los tapones de las botellas de plástico tenían una doble función. Además de cerrar los recipientes para evitar fugas, también servían para apoyar distintas causas a través de su recogida. En Etxebarri, la asociación de comerciantes y el Ayuntamiento, gobernado por la plataforma independiente La Voz del Pueblo, impulsó en 2019 la iniciativa 'Corazones solidarios'. Un proyecto que pretendía animar las compras en los establecimientos locales, al tiempo que apoyaba las necesidades de los vecinos que más lo necesitaban. Pero ahora, la normativa europea respecto a estas piezas ha obligado a poner punto final a estos depósitos repartidos por la localidad.

Los 'corazones solidarios' nacieron al calor de las navidades de hace un lustro. Apelando a una de las épocas del año más propicias para tocar la fibra sensible y conseguir apoyo, los promotores de la iniciativa colocaron cuatro grandes órganos de metal en cuatro ubicaciones de Etxebarri: en la plaza del Ayuntamiento, en la calle Acceso a la Iglesia (entrada al ascensor de Zintururi), en el parking situado en el entorno de la rotonda de la avenida de San Antonio y en la calle Mariví Iturbe.

Muchos comercios se unieron a la campaña y también colocaron cajas en sus locales para que aquellos clientes que lo deseasen pudieran depositarlos. El proyecto tomó el rostro del etxebarritarra Aingeru poco después y la ciudadanía se volcó con su caso. El objetivo era ayudar a la familia a costear una nueva silla adaptada a sus necesidades, que mejorase su movilidad. «Gracias a la participación de numerosos vecinos y vecinas, estos contenedores se han llenado periódicamente, permitiendo así recaudar fondos de manera constante», apuntan fuentes del Consistorio.

Pese a que la intención en su inicio era contribuir con buenas causas al tiempo que se favorecía la separación de residuos plásticos, la normativa europea aprobada en julio de este año ha provocado el final de los 'corazones solidarios'. El reglamento en torno a estos cierres obliga a los países miembro mantener las piezas adheridas a la botella «como medida para facilitar su reciclaje por los conductos habituales». Y por tanto, los contenedores instalados en Etxebarri ya no podrán recoger más.

Sin embargo, los etxebarritarras seguirán conviviendo con sus 'corazones', ya que el Ayuntamiento ha decidido mantenerlos en el municipio, «como recuerdo de solidaridad». La asociación de comerciantes no ha decidido cuál será la segunda vida de los depósitos. Los organizadores han expresado su agradecimiento a la ciudadanía «que han colaborado a lo largo de este tiempo, destacando su compromiso con la solidaridad y el medio ambiente».

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