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LEIRE pÉREZ
Lunes, 29 de noviembre 2021, 13:26
Los vecinos de Urbi en Basauri miran al cielo con temor. No ha dejado de llover a lo largo de toda la mañana, aunque las previsiones parece que son halagüeñas y esta tarde, al menos, la intensidad de la lluvia será menor. Desde 2007 no ... se veían soprendidos por unas inundaciones, gracias a la intervención que ha llevado a cabo el Gobierno vasco en la zona y que desde hace casi catorce años evita que el cauce se desborde. De no haberse realizado la actuación, que sólo en este tramo supuso una inversión de más de 12 millones de euros y que duplicó la capacidad hidráulica, hubiera sido terrible.
Con la luz del día y algo de tregua por parte del cielo- en las últimas horas ha descendido varios metros el nivel del agua- anoche alcanzó los garajes de Fernando Barkin y las lonjas que se encuentran mirando al río, los propietarios e inquilinos de la hilera de bajos han podido limpiar y recuperar partes de su pertenencia. Da la casualidad que la mayoría de las lonjas afectadas estaban alquiladas por empresas de construcción y reformas que han visto como el agua dejaba todo el material inservible. Taladros y todo tipo de herramentas que necesita la corriente eléctrica para funcionar se han estropeado, al tiempo que los trabajadores han perdido un día de trabajo y retribución. «No podemos hacer nada, todo el día perdido, está todo mojado. Ha entrado el agua hasta más de metro y medio, habrá que ver si ahora se hace cargo el seguro», explicaba Costel de Diu, empresario de origen rumano que tiene alquilada una de las lonjas desde el pasado mes de mayo.
En otro de los bajos a Juan le dio tiempo a sacar el vehículo, pero las bicicletas y los trajes de ciclismo se las llevó el río cauce abajo. «He salvado la persiana porque la dejé abierta para que entrase el agua y todo lo que tenía lo subí a la parte de arriba de la lonja. A todas las personas que las dejaron cerradas se les ha reventado por la fuerza que tenía la corriente», comentaba esta mañana este vecino. «Desde que se había dragado el río no había sucedido nada y a muchos nos ha pasado que pensábamos que no iba a volver a pasar», añadió.
Los daños en los garajes de la zona han sido los mínimos porque los vecinos fueron precabidos y sacaron los coches en cuanto se percataron de que había peligro. «Aquí estamos mosqueados de siempre», reconocían a EL CORREO. Protección Civil y la Policía Local contactaron con los propietarios de los vehículos, lo que también evitó daños mayores. Únicamente media docena de coches han resultado afectados porque no se logró contactar con los dueños. Uno de ellos estuvo ayer de viaje y al volver cansado se fue a dormir. «Esta mañana he mirado por la ventana, iba a bajar corriendo a sacarlo, pero ya nada. No pensaba que iba a suceder esto, hacía años que no pasaba algo parecido. Ya me estoy mentalizando que tendré que comprar coche y moto nueva porque como haya entrado el agua dentro, en los asientos y todo estoy arreglado», lamentaba Félix Jiménez. Txema Ruiz, vecino de Arrigorriaga, pero que tenía una moto en este mismo garaje perdió también una moto. «Tenían mal mi teléfono y no han podido contactar conmigo», reconocía.
Esta mañana la mesa de crisis se ha reunido para valorar los daños y de cara a actuar ante la alerta metereológica. El alcalde, Asier Iragorri, que se ha desplazado esta mañana a Urbi, ha comentado que «parece ser que va a seguir lloviendo, pero no creemos que en cantidades como para que se salga el río, aunque hay que estar atentos porque ayer las previsiones cambiaron en poco tiempo». Anoche en poco más de una hora creció el cauce un metro.
El primer edil comentó que «si esto hubiera sucedido antes de la obra, los daños hubieran sido mayores y preocupantes. Por suerte, se hizo y desde hace catorce años no ha habido ningún desbordamiento del río».
A las 22.00 hoas de ayer se activó por parte del Ayuntamiento el plan de emergencia municipal por riesgo de inundación y durante toda la noche tanto efectivos de la Policía Local como de Protección Civil han estado de guardia y han contacto con los residentes para que retirasen los vehículos. Se han desatado además las arquetas de la Calle Gernika de San Miguel, donde se habían formado balsas de agua que impedían la circulación y se ha balizado y asegurado un desprendimiento de tierra junto a la curva del antiguo matadero.
El Ayuntamiento de Basauri ha agradecido a la ciudadanía su colaboración con los equipos de trabajo municipales, que ha sido «fundamental para que la situación se haya podido estabilizar con celeridad», insistieron
Basauri está todavía en alerta amarilla y los responsables municipales recuerdan a la ciudadanía que no debe transitar cerca del río y zonas susceptibles de inundación ni atravesar ninguna zona inundada, ni a pie ni en coche. Tampoco se debe estacionar vehículos a orillas del río y se aconseja retirar los vehículos de las zonas en las que se puedan producir balsas, así como de garajes con riesgo de inundarse.
Por último, se recomienda a la ciudadanía que se mantenga permanentemente informada a través de fuentes oficiales de información como son la Agencia Vasca de Meteorología Euskalmet, el Departamento de Seguridad de Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de Basauri y los medios de comunicación.
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