El PNV buscará en el PSE un socio estable para gobernar en Basauri

El día D en Basauri, tras las elecciones municipales de este pasado domingo, deja un tablero político cuanto menos más complicado que el de hace cuatro años, cuando el PNV se quedó a un concejal de la mayoría absoluta y decidió hacer suyo el pacto global entre jeltzales y socialistas. En esta ocasión, el PNV ha sido nuevamente el claro vencedor de la noche electoral con 7.013 votos, pero el haber perdido un asiento– hasta 9 concejales– y más de 1.900 papeletas en el recuento, se lo pone más difícil. Hay una mayoría del bloque de izquierdas, que todavía no tiene claro hacia dónde decantarse y que hace algún que otro guiño. Y no es una cuestión baladí porque PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos suman 11 ediles.

Ante esta tesitura, el PNV recuerda que es la lista más votada y la que debe gobernar. Los jeltzales entienden que los basauritarras «han vuelto a darnos su confianza y a partir de ahora solo nos queda reflexionar para ver en qué podemos mejorar». Aseguran que «todavía hay que reposar y leer bien los datos». Según explica el actual alcalde y candidato a la reeleción, Asier Iragorri, «nos sentaremos con todos los partidos para hablar y ver en qué medida podemos colaborar o no. Nuestro programa va a estar sobre la mesa y los puntos de encuentro tienen que ser sobre el contenido de ese programa», resalta.

Para los nacionalistas vascos la opción más cómoda sería reeditar el pacto con el PSE, aunque es cierto que en los últimos días la candidata socialista a la Alcaldía, Isabel Cadaval, ha dejado entrever más de una diferencia e incluso hastío con su ex socio. Los jeltzales lucharán por la 'makila', pero son conscientes de que se abre un amplio abanico de posibilidades en el que Iragorri puede ser o no el próximo alcalde de la localidad. Es poco probable un acuerdo de gobierno entre PSE y EH Bildu, pero hay otro escenario que no descartan los soberanistas y que sería posibilitar un ejecutivo socialista apoyando a Cadaval en el pleno del próximo 17 de junio para que fuese la próxima regidora.

Eso sí, sería un gobierno débil, en una clara minoría, que obligaría al PSE a cerrar, sino un acuerdo con los abertzales con luz y taquígrafos, sí entre bambalinas y a pactar de forma prácticamente continua, tanto con EHBildu como con Elkarrekin Podemos, que salva sus dos asientos. Los socialistas de momento prefieren no revelar sus cartas y dicen que es «demasiado pronto para poder hablar de cómo se conformará el próximo gobierno municipal». No dan por tanto un sí cerrado ni fiel a Iragorri. «Son datos muy positivos porque en un contexto muy complicado hemos mantenido el porcentaje de voto y el número de concejales.Basauri ha votado a la izquierda y somos la fuerza más votada, estamos muy satisfechos con los resultados», recuerda la propia Cadaval.

«La composición ha mejorado porque crece nuestra representación e iremos viendo la coyuntura de pactos y posibilidades que se abren. Hay posibilidades y nuestro proyecto se consolida», reconoce por su parte el candidato y número uno de la formación en el Consistorio, Exabier Arrieta. Elkarrekin Podemos va más lejos y anota que «estamos dispuestos a formar gobierno con quienes tengan claro que la gestión pública tiene que estar al servicio de las personas y no de los intereses económicos».

El PP, por su parte, se muestra satisfecho porque «hemos crecido un 19% en votos desde 2019. Nos hemos quedado muy cerca de conseguir el segundo concejal. Al PNV le ha penalizado el no enterarse de nada en Mercabilbao y la línea 5», en cuanto al futuro aclara que «somos un partido que prima a los vecinos sobre los partidos con la limitación de EH Billdu».

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