«De pequeña se metían conmigo por ser alta y ahora no me bajo de los tacones»

Alba Peláez

Basauri

Jueves, 23 de noviembre 2023 | Actualizado 24/11/2023 08:25h.

A sus 19 años, Esther Escudero, vecina de Basauri, acaba de alzarse con la corona de Miss Grand Euskadi, un certamen de belleza que celebró este pasado fin de semana su gala final en Vitoria. Allí se midieron las aspirantes que representaban a 24 municipios vascos. Tras el fallo del jurado, Escudero recibió la noticia con sorpresa. «Tardé un buen rato en ser consciente de todo, no me lo creía. No fue hasta la mañana siguiente que me desperté y fui corriendo a buscar la corona en casa y ahí ya me di cuenta de la situación», relata.

La joven cuenta que a través de esta competición convirtió uno de los complejos de su infancia en su punto fuerte. «De pequeña me hacían mucho bullying por mi altura -mido 1,80- y me decían que nunca iba a poder ponerme tacones porque era muy alta, me desanimaban continuamente». Aunque las voces de sus compañeros buscaban hacerla de menos, sí recuerda con cariño «las palabras de una de mis profesoras, que me dijo que yo podía hacer lo que me propusiera».

Hace ya años que los concursos de belleza están muy presentes en su vida: «Veía un montón de vídeos sobre certámenes de todo el mundo, me encantaba y quería llegar a participar en uno en algún momento. Y al final llegó ese momento», apunta. La experiencia le ha servido para fortalecer su autoestima precisamente a través de su altura. «Nunca me ponía tacones, hasta andaba encorvada para parecer más bajita, y ahora no me bajo de unos, me veo genial y me siento más fuerte. Ha sido una forma de decir fortalecerme», afirma. Un mensaje que le gustaría trasladar a las nuevas generaciones: «Querría decirle a todas las niñas que se sienten mal porque alguien las intenta ridiculizar que la gente no define lo que eres y que puedes llegar a donde quieras».

Han sido varios meses de preparación en muchos aspectos que van más allá de la estética: «Dimos clases de pasarela y de oratoria y teníamos también preparadores físicos», señala. Un trabajo que en su caso se vio recompensado con la corona de ganadora que le da acceso a la competición nacional. Aunque este tipo de concursos no están exentos de polémica por considerar que cosifican a las mujeres, la explicación de Escudero para presentarse a uno pasa por «entender que sirven para crecer personalmente, no para despreciar a las mujeres».

Las 24 aspirantes compartieron entrenamiento durante todo el proceso hasta llegar a la final. «Pese a lo que puede parecer, hay mucho compañerismo, yo de Miss Grand Euskadi me llevo un montón de amigas con las que quiero seguir manteniendo el contacto, además de un gran equipo que me ayuda en todo. Entre nosotras no nos sentíamos rivales», argumenta. Representar a su municipio ha sido «muy especial, porque llevo en mi corazón a Basauri».

Desde que se conociera su identidad como ganadora, «los vecinos me paran por la calle, me piden fotos, me han aumentado un montón los seguidores en mis redes, estoy muy contenta con todo lo que está pasando», cuenta. Formada en el mundo del maquillaje, Escudero mira ahora a la próxima cita nacional donde representará a Euskadi y, más tarde, «no sé lo que haré si no gano, porque mi idea es ir a participar, pero sé que quiero seguir en este mundo de la belleza y las pasarelas, creando contenido y compartiéndolo con la gente».