Pedro Asua, el miliciano de 21 años de Galdakao fusilado por los franquistas en Jaca

Su familia nunca dejó de buscarle, manteniendo vivo su legado y presionando para que, como parece ser que ocurrirá en los próximos días, pueda regresar a descansar en casa. Y es que, según los trabajos que ha realizado estos últimos días la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con el Ayuntamiento de Galdakao y el sobrino nieto de Pedro Asua, Josu Larrea, «existen claros indicios» de que han localizado el cuerpo del joven vizcaíno. Así lo atestiguan los análisis realizados hasta el momento a unos restos localizados en el camposanto de Jaca, mientras se espera la prueba de ADN que lo confirme.

Las gestiones para llevar a cabo esta investigación arrancaron en 2017, aunque sobre el terreno los trabajos se iniciaron el pasado jueves. Hasta Huesca se trasladaron miembros de Aranzadi, del propio Ayuntamiento, con el alcalde, Iñigo Hernando, a la cabeza, y familiares de Asua, que han seguido muy de cerca en todo momento todo el proceso.

Las pesquisas que había realizado por su cuenta su sobrino Josu Larrea, así como el seguimiento que durante años han mantenido varios miembros del Círculo Republicano de Jaca sobre los enterramientos de fusilados en la localidad y los trabajos llevados a cabo por el historiador Ander Aperribai concluían que el joven de Galdakao había sido enterrado en este lugar. En 2021 el alcalde de la localidad oscense, Juan Manuel Ramón, y posteriormente el Gobierno de Aragón dieron el visto bueno para que se empezara a buscar al miliciano.

Los trabajos sobre el terreno se realizaron de jueves a sábado bajo la dirección de Lourdes Herrasti, experta de Aranzadi. Varios miembros de la familia ayudaron directamente en las labores de exhumación, además de miembros del Círculo Republicano de Jaca. El regidor de Jaca también estuvo presente. Unas labores que concluyeron en un segundo intento, al encontrar el emplazamiento exacto siguiendo el libro de registros del cementerio.

En ese punto, en una esquina de la fosa común, localizaron restos óseos «de un joven menor de 25 años, enterrado solo». Para comprobar el cumplimiento de las referencias y teorías que habían elaborado, buscaron si había más restos en ese mismo lugar y su orden, como se indica en el registro, localizando los de un nuevo varón, seguido de otros dos. Los de estos últimos permanecían uno sobre otro, en señal de que habían sido arrojados.

Ante la constatación de las informaciones recabadas, los expertos aseguran que existen muchos indicios que permiten afirmar que es muy probable que los restos hallados al borde de esa fosa son los de Asua. Para aumentar la certeza, Aranzadi ha recogido una muestra y la comparará con su familiar más cercano, su sobrina Begoña Larrea. Si esta prueba confirma el parentesco, los restos serán trasladados a Galdakao lo antes posible.

Hasta ese momento permanecerán en Jaca, custodiados en una sala del propio cementerio. La propia familia ha expresado su deseo de depositarlos en el camposanto de la localidad vizcaína, «en una zona diferenciada del resto». Para su sobrino Josu Larrea, con esto se cerraría el círculo ya que los terrenos del cementerio de Elexalde pertenecían a la familia de Asua, y sería, más si cabe, el regreso a su propia tierra, ya que encima Pedro era hijo único, el que hubiera heredado ese terreno.