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LEIRE PÉREZ
OROZKO.
Miércoles, 27 de marzo 2019
La comisión de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Parlamento vasco aprobó ayer una proposición no de ley sobre el incumplimiento de la ejecución del sistema de saneamiento del Alto Nervión, presentada por EH Bildu. Merced a la iniciativa se acordó solicitar al ... Ejecutivo vasco que se haga cargo del proyecto, en el caso de que el Gobierno central no lo haga, tal y como ya se había comprometido. En caso necesario, la inversión, de 78,8 millones de euros, se descontaría, vía cupo, a las arcas del Madrid.
El proyecto contempla construir dos depuradoras y una red de colectores que recojan las aguas sin tratar de los municipios alaveses de Amurrio, Llodio y Ayala, pero también de la localidad vizcaína de Orozko, y que hoy en día ensucian cauce abajo. Tras tres décadas de enfrentamientos entre instituciones y ante el anuncio de sanciones por parte de la Unión Europea, hace dos años el tajo echó a andar aunque, con el cambio de gobierno español, se ha ralentizado.
Para avanzar incluso, el departamento de Medio Ambiente vasco y la agencia vasca del agua, URA, están tramitando las expropiaciones de los más de 7.000 metros cuadrados que se ocuparán y que afectan a más de 200 titulares. En quince días el Consejo de Gobierno declarará la urgente ocupación de los solares para iniciar así el procedimiento expropiatorio. Sólo en adquirir los terrenos el Ejecutivo autónomo invertirá 2,5 millones de euros.
Sin embargo, no es suficiente para EH Bildu que ayer presentó su proposición no de ley en la cámara vasca para terminar con la «desidia y escasa voluntad» en realizar una obra, que afecta a 40.000 personas de forma directa, recordó la parlamentaria Eva López de Arroyabe. La proposición, enmendada por Podemos, denuncia el «retraso e incumplimiento del proyecto», al tiempo que exige al Ejecutivo central la ejecución «inmediata» y que no se ampare en la «aprobación o no de los presupuestos». También insta a todas las administraciones implicadas a que «trabajen de forma coordinada y colaboren estrechamente».
Todos los partidos políticos con representación en la Comisión se mostraron de acuerdo en la necesidad de implicarse en el proyecto y tirar de las orejas a los organismos implicados, pero PNV y PSE, partido en el que recae el departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, no estuvieron de acuerdo con el punto más relevante, el que instaba a acometer la obra desde Vitoria.
«Ha avanzado, aunque no es el ritmo que todos queremos», defendió la socialista Natalia Rojo, a la que desde Podemos acusaron de falta de «autocrítica». Rojo recordó que el Gobierno español carece de presupuesto al tiempo que el autónomo trabaja con cuentas prorrogadas. «Eso no significa que no haya interés, ni desidia», defendió. La socialista se mostró contraria a que sea Lakua quien realice la intervención, porque dependería de «la negociación del cupo y no se puede ejecutar sin garantizar el presupuesto».
Mikel Arruabarrena desde el PNV arremetió contra el «Estado por ser el principal responsable» del retraso, una afirmación que encendió a la parlamentaria del PP, Carmen López de Ocariz. La popular recordó que «en 1983» el Gobierno vasco empezó a trabajar en un Plan Director para intervenir en la zona, pero que no fue hasta «2001 cuando el presidente español, José María Aznar, acordó invertir en la actuación y declarar la obra de Interés General». «Era competencia suya», remarcó al tiempo que enmarcó los retrasos de la obra en la «moción de censura a Mariano Rajoy». «Todos han contribuido a frenar esta obra», acusó.
El debate continuó entre reproches de unos y otros porque prácticamente todos los partidos políticos han contribuido a la situación actual. Incluso la izquierda abertzale que gobierna en los dos grandes núcleos afectados, Llodio y Amurrio, y que pusieron trabas al proyecto inicial. Desencuentros entre instituciones que llevaron a enterrar la intervención hasta hace un par de años cuando la UE avisó de que España debía pagar multas millonarias por ensuciar el río. Entonces se decidió construir dos depuradoras, una que tratará los líquidos de Llodio y Orozko y una segunda que tratará las aguas sucias de Llodio y que se levantará en un solar de la Diputación alavesa. Además, se construirá una red de colectores con la mitad del coste total.
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