Orduña eliminará la zona peatonal del Casco Antiguo

En marzo de 2022, los viandantes ganaron terreno a los vehículos, tras la decisión del por entonces equipo de gobierno (EH Bildu) de peatonalizar el tramo de vía que discurría entre el Ayuntamiento y la iglesia de la Sagrada Familia, en la plaza de los Fueros. De forma paralela, se produjo un cambio en las direcciones de varias calles para obligar a los conductores a girar únicamente hacia Gran Vía al entrar en la plaza.

El escenario que presenta desde entonces el centro de la ciudad cambiará en breve, volviendo a lucir su imagen anterior. El equipo de gobierno, en manos del PNV, está preparando una ordenanza para devolver el tráfico a esta zona. Una medida que esperan aprobar «en noviembre» y que también restituirá las anteriores direcciones de circulación en las calles Zaharra, Donibane, Francos y Orruño para «que los residentes no tengan que salir a la carretera general para entrar en el Casco», añade Santocildes.

La medida ha sido fuertemente criticada por EH Bildu, entendiendo que «es dar un paso hacia atrás», señalan fuentes de la coalición en la ciudad. Los soberanistas explican que «no se trata de una cuestión de partidos políticos, sino que la corriente actual de las ciudades es quitar el tráfico de los cascos históricos. Cada día hay más zonas peatonalizadas».

A su entender, eliminar la zona peatonal «restará seguridad a los alumnos del colegio, que ahora pueden transitar sin que el tráfico sea un peligro». Junto a este argumento, apuntan al valor patrimonial de la parte antigua: «Parece que no somos conscientes de que tenemos el mayor casco medieval de Bizkaia, del siglo XII, declarado Conjunto Histórico-Monumental en el año 1997, y que los coches no hacen más que dañarlo y degradarlo». Aunque en EH Bildu sí aceptan la elaboración de una nueva ordenanza, ésta «debería primar al peatón y no ir hacia atrás», sentencian.

Por su parte, el equipo de gobierno defiende la medida asegurando que «ya hay una zona segura para los niños que salen del colegio». Santocildes recalca que la medida servirá además para «poner en marcha las cámaras de lectura de matrículas que llevan año y medio puestas y no están en funcionamiento». Unos sistemas que permitirán «controlar el tráfico y a los vehículos que entran».