Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El cementerio de Orduña oculta bajo su tierra una triste historia. Se estima que unas 100 personas, víctimas del campo de concentración y la prisión franquista de la localidad, fueron enterradas allí. El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos –Gogora–, con la colaboración de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la UPV/EHU, comenzó en 2014 las labores de exhumación para recuperar e identificar los cuerpos. En 2022 se realizó la segunda parte de los trabajos.
Sin embargo, la última fase quedó bloqueada, ya que requería el derribo de algunos nichos ya en desuso, que se alzan sobre los restos de los represaliados. Con la aprobación por parte del Gobierno vasco de una subvención que asciende a 48.149 euros se podrá acometer la demolición, y permitirá afrontar definitivamente la parte final de las exhumaciones, que presumiblemente se desarrollarán durante el mes de diciembre.
La campaña se enmarca dentro del programa de búsqueda de personas desaparecidas de la Guerra Civil del instituto Gogora, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Orduña. En las dos anteriores, realizadas en 2014 y 2022, se logró recuperar los restos de 71 personas, de las cuales 11 fueron identificadas y entregadas a sus familias. Esto es posible gracias a la labor de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, encargada de los trabajos de exhumación y antropología forense, y al laboratorio genético de la UPV/EHU Biomics, responsable de realizar la identificación genética «a través del cotejo de las muestras de ADN». Para los trabajos del próximo mes de diciembre se calcula que aún quedan por recuperar 30 cuerpos.
El instituto Gogoan fue creado en 2012 con la función de «preservar y transmitir la memoria de las experiencias traumáticas marcadas por la violencia durante los últimos cien años», pero la labor de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, en colaboración con el Gobierno vasco, comenzó en 2003. Desde entonces se han realizado un total de 46 exhumaciones con resultados positivos, 24 de ellas en Bizkaia. En todo Euskadi se han recuperado los restos de 110 víctimas y 29 de ellas han logrado ser identificadas. También se han llevado a cabo trabajos fuera de la comunidad autónoma, con el fin de recuperar a ciudadanos vascos que fallecieron en otros puntos del Estado.
En el caso de Orduña, el ejemplo más cercano es el del extremeño Ramón Torres Donoso, que murió el 15 de marzo de 1941 en la prisión de la localidad. Sus restos mortales fueron hallados durante la segunda fase de las exhumaciones en 2022, y finalmente se logró determinar su identidad el pasado mes de septiembre, convirtiéndose en la víctima número once en ser identificada. Gogora continúa trabajando para hacer lo propio con las sesenta restantes, manteniéndose en contacto con otras familias que perdieron a sus seres queridos en lo que primero fue un campo de concentración y posteriormente la prisión central de Orduña.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.