«Se dice que Arrigorriaga es diverso, pero faltábamos nosotros para que así fuera»

La iniciativa surgió a raíz del día del Orgullo en junio del año pasado. «Se me ocurrió hacer un vídeo con gente del colectivo y nadie quería salir por pudor o temor a tener que enfrentarse a esa nueva realidad que podría ponerles en contra a su familia, cuadrillas o entorno del trabajo», cuenta Cabrera. A él y otros compañeros que han hablado abiertamente acerca de su identidad sexual o de género les pareció «triste» y «sufrieron mucha impotencia». Por este motivo pusieron en marcha un proyecto «necesario» en Arrigorriaga.

A los 14 años, Cabrera anunció abiertamente que era una «mujer lesbiana» y a los 23 comunicó que era un «hombre trans». «Siempre he tenido el apoyo de mi familia, de hecho mis padres dicen que conmigo han aprendido y han evolucionado», explica. Y cuenta emocionado: «He tenido mucha suerte, si no fuera por ellos no sé si podría estar hoy aquí».

Una situación que contrasta mucho con la de otros que si se muestran abiertamente «corren el riesgo de tener consecuencias muy negativas». «Tengo conocidos a los que sus familiares les han echado de casa, es terrible», manifiesta, y añade: «Son gente joven que no puede vivir independizado y que está en medio de sus estudios o buscando trabajo, por lo que esta circunstancia les pone la vida 'patas arriba', además de perder a tus parientes, que es horrible, la soledad total».

Por ello, uno de los objetivos principales de la asociación es dar apoyo y facilitar el camino a aquellos que no se atreven a dar el paso o sí lo han hecho han recibido rechazo. «No queremos que vivan lo que hemos vivido nosotros», subraya Leire Luque, otra de las organizadoras. «Hemos tenido que vivir una etapa muy dura y eso te hace mella y te encasilla, luego es muy difícil salir de esos prejuicios que te han marcado», asegura Luque.

Es por esto que, además de asesorar a todo aquel que busque respuestas acerca de su identidad, también quieren hacer de segunda familia. «Aspiramos a ser un grupo en el que respaldarse para que nadie se sienta solo, aceptamos a todo el mundo», declara Leire.

«Siempre se dice que Arrigorriaga es un pueblo diverso, pero faltábamos nosotros para que así fuera». Así de contundente se muestra Ane Físico, otra miembro de Arrigorriaga Harro. La joven ha tenido que luchar con los prejuicios «toda la vida» y, además, se suma su afección de espina bífida. «Ahora, nuestro objetivo es que los que vienen detrás no tengan las barreras que hemos tenido nosotros», resume Físico.

Dentro del grupo también forman parte padres de menores del colectivo que buscan información y apoyo. Dos arrigorriagatarras acudieron a la asociación porque su hijo, por mostrarse como es, recibió mensajes de odio por una aplicación de mensajería. «Queremos apoyar esta causa porque queremos que nuestro pequeño tenga un espacio seguro para ser él», explicaron.