«No dejaron ir a mis hijos de 3 años a la fiesta del cole por no pagar un auxiliar»

El motivo que esgrimía el AMPA para tomar la decisión era que los padres de los niños tenían una «deuda» por negarse a pagar el auxiliar que echa una mano a los profesores en el primer curso de Educación Infantil. En el comunicado se apuntaba que «muy a pesar nuestro tenemos que informar de que las 3 familias que debían el pago siguen sin hacerlo, así que tienen una deuda y hasta que no se haga efectivo el pago, no podrán asistir a la fiesta, pero tampoco pertenecer al AMPA como socias ni hacer ninguna actividad que organicemos». Aunque la Educación Infantil está subvencionada en algunos centros optan por contratar este personal no docente para que ayude al profesorado, porque al ser niños tan pequeños son menos autónomos y la mayoría llevan todavía pañales.

En el caso del Kareaga Goikoa a comienzos de curso los padres tuvieron que firmar un documento en el que se comprometieron a sufragar el servicio, sin embargo, María decidió cuatro meses después dejar de abonar los 120 que pagaba por sus dos hijos. «Es una cantidad alta, tengo reducción de jornada precisamente para estar con ellos y no me parece lógico que tenga que estar pagando una cosa que en Educación me dijeron luego que no es obligatoria», explica a EL CORREO.

Lo que más le molesta es que sus hijos no hayan podido disfrutar de «su primera fiesta». «No me parece normal, estoy de acuerdo con que si no pago, no pueda ser de la asociación, que mis hijos no tengan derecho a las extraescolares que organizan, pero me parece muy cruel que se deje a los niños sin poder jugar con sus amigos», defiende. También censura las formas. «Han creado un conflicto y nos han puesto en boca de todos al mandar un mensaje diciendo que no pagamos», asegura.

El departamento de Educación del Gobierno vasco ha preferido no hacer declaraciones. El AMPA por su parte afirma que ha habido «varias reuniones para solucionar el asunto y la afectada no ha ido». «Somos los que más lamentamos lo sucedido, pero al final hemos tenido que pagar nosotros los 1.000 euros adeudados y eso obligó a reorganizar la fiesta, casi nos quedamos sin ella», afirman. «Si al hacer la matrícula hubiera dicho que no quería el servicio, hubiera sido diferente, pero dejó de pagar cuando ya estaba contratado siendo un perjuicio para todos», apuntan.