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La comarca de Nervión-Ibaizabal puede presumir de que mantiene su volumen de población. Una tarea costosa si se tiene en cuenta que cada vez nacen menos niños en el territorio. A pesar del marco general, Basauri incrementó el año pasado su número de alumbramientos ... y, pese a los decesos, su volumen de vecinos. Los residentes también han crecido en otros municipios como Etxebarri o Arrigorriaga y en localidades de menor tamaño, como Ugao-Miraballes o la ciudad de Orduña. Aunque en otros puntos se ha producido un ligero descenso poblacional, lo cierto es que la fotografía que ofrece la comarca muestra un incremento generalizado de habitantes en los pueblos.
Según los últimos datos disponibles en el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), la cabecera de la comarca registró el pasado año su mejor cifra desde 2021. El aumento de los nacimientos por segundo ejercicio consecutivo ha permitido llegar a los 40.363 vecinos, lo que supone un centenar más. En el Consistorio, el alcalde, Asier Iragorri (PNV), destaca que el incremento de la oferta de vivienda, «sobre todo la de protección oficial, aunque también la privada, facilita que parejas jóvenes hayan podido desarrollar su proyecto de vida en Basauri». Pese a las buenas cifras el reto sigue siendo grande, ya que se ha aumentado en 40 el número de vecinos que tiene entre 0 y 19 años, mientras que ha crecido en 60 los mayores de 65.
Es un escenario similar al de Etxebarri, donde se ha elevado la cantidad de residentes en todos los estratos de edad, pero el parecido con el municipio vecino se desdibuja si acudimos al histórico del Eustat. Desde el arranque del siglo, no ha habido año en el que Etxebarri no creciera en población. En 2001 tenía 7.211 vecinos. Una cifra que ha ido creciendo como la espuma hasta acercarse al umbral de los 12.000 etxebarritarras.
En la otra punta, Galdakao ha perdido residentes en el último año. Pero insignificante. Apenas han sido media docena. «El objetivo de este gobierno no es atraer a más población, sino que la gente pueda realizar un proyecto de vida en su pueblo», señalan fuentes municipales.
Los dirigentes de Galdakao (EH Bildu) apuntan a las medidas de control del precio de los alquileres para «que la gente de aquí se pueda quedar aquí». En Arrigorriaga, por su parte, sus 11.712 habitantes son poco más que los del último año, aunque la localidad suma ahora más residentes que los que tenía cuando arrancó el siglo. Lo mismo ocurre en Ugao-Miraballes, que ya cuenta con 4.140 residentes censados. A lo largo de los últimos años, la población ugaotarra ha sufrido altibajos, pero ha logrado recuperar las cifras prepandemia.
Orduña también ha crecido en habitantes. Ya son 4.161 vecinos. Es un número mayor al de 2001, pero está sensiblemente por debajo de los anotados entre 2007 y 2013, periodo en el que se superaron los 4.200 censados.
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