El ascensor del ambulatorio de El Kalero vuelve a dejar tirados a los vecinos

El ascensor del ambulatorio de El Kalero se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para pacientes y vecinos. Hace poco más de un año, el elevador estuvo un mes sin servicio, en aquella ocasión por las averías derivadas de las inundaciones de septiembre. Y, ahora, ha vuelto a dejar de funcionar durante varias semanas. La asociación de residentes denuncia los frecuentes fallos de una infraestructura muy necesaria en el barrio.

«No sabía que se había vuelto a estropear pero no me extraña, porque pasa muchas veces», comentaba una vecina este martes a la salida del centro de salud, mientras empujaba la silla de ruedas de un familiar por la cuesta de la calle Particular de Asturias. La avería del ascensor supone una doble 'faena' para los basauritarras de la zona. Y es que, además de dar servicio a los pacientes del ambulatorio –comunicándoles con las dos plantas del edificio–, también ayuda a los residentes de El Kalero a salvar algunas barreras arquitectónicas para llegar a sus casas.

La asociación de vecinos de Kareaga lleva un tiempo denunciando el estado de la infraestructura y aseguran que las averías «son frecuentes». «Llevamos así todo el año, pero en agosto estuvo un montón sin funcionar y ahora en septiembre lo mismo». Según los datos de la agrupación de residentes, «desde el día cuatro del mes pasado solo ha estado tres días funcionando», aseguran.

Quienes más sufren que el ascensor esté sin servicio son «las personas mayores y quienes empujan carritos de niños o sillas de ruedas», exponen en la asociación. «No solo a la hora de subir la cuesta, sino también cuando se baja porque hay que hacer fuerza para no perder el control», añaden.

Unido a esto, «en El Kalero y, concretamente en los dos bloques junto al ambulatorio, hay mucha gente mayor». Algunos de estos residentes, «tienen que bajar hasta la parada del autobús donde les recogen para ir al centro de día, y no pueden usar el ascensor». Por todo ello, la asociación reclama al Ayuntamiento que «hagan un seguimiento más exhaustivo para que no esté estropeado cada dos por tres». Fuentes municipales avanzan que la previsión es que el elevador vuelva a funcionar dentro de tres semanas. «Estamos esperando que llegue una pieza para su reparación; se han acelerado los trámites lo máximo posible», apuntan.

Los vecinos apremian al Consistorio, gobernado por el PNV y PSE, que más allá de hacer arreglos puntuales en el elevador, «busquen el motivo por el que se avería tantas veces a lo largo del año, porque aunque se repare, el problema persiste». En el Ayuntamiento insisten en que el fallo actual se debe a la necesidad de sustituir una pieza y recalcan que «a todos los ascensores públicos del municipio, se les hace un mantenimiento periódico».

El elevador se instaló en 2015 para dar respuesta a las reivindicaciones vecinales. La obra fue financiada por Osakidetza, al estar al servicio de los pacientes del ambulatorio, pero se ubicó en el exterior del edificio para que tuviera un doble uso.

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