Artea mantiene su apuesta de impulsar el Ecomuseo tras el incendio de abril

Uno de los proyectos más ilusionantes para la localidad de Artea se vio truncado el pasado mes de abril a causa de un incendio. Este pueblo de la comarca de Arratia, de poco más de 700 habitantes, estaba a punto de sumergirse en la rehabilitación del Ecomuseo, ubicado en un caserío. La reapertura se va a demorar ya que las llamas, que se originaron en la chimenea, abrasaron el tejado del edificio y parte de la planta baja, donde se ubica el restaurante Ustrukue. Afortunadamente, todos los elementos relacionados con la etnografía y el folclore vasco, muchos de ellos donados por particulares del municipio, habían sido retirados hace tiempo.

Tras el gran susto, estos días han dado comienzo los trabajos de desescombro y reparación de la cubierta, «que es lo más urgente para que el agua no siga haciendo daño», detalla el alcalde, Alberto Intxaurraga (PNV). Unos trabajos que se alargarán «por lo menos» durante cuatro o cinco meses. Por suerte, se podrá salvar parte de la estructura pesada del caserío, elaborada con roble, pero tanto el tejado como el sistema eléctrico están muy dañados. En cuanto a las causas que desataron el fuego, parece que se encuentran en un fallo en las reparaciones que se ejecutaron hace cuatro años. En estos momentos el seguro está intentando encontrar a los responsables de la obra.

«Ahora toca esperar», lamenta Intxaurraga. Y es que las llamas daban al traste con uno de los proyectos estrella de esta legislatura, aunque se sacará de nuevo a licitación. En cuanto a los arreglos del tejado «en principio los cubrirá el seguro, es lo que esperamos. Aun así, si hubiese alguna dificultad, hay un fondo de Diputación para este tipo de contingencias», apunta. El Ejecutivo local contaba con una subvención de 700.000 euros por parte de la institución foral y más de 200.000 del plan impulsado por la Unión Europea, pero había condiciones. La obra se debía dar por terminada antes de que finalizara este año para obtener tal ayuda. En este sentido, el Ayuntamiento no da las ayudas por perdidas y pedirá una moratoria al ente foral y a su vez espera seguir dentro de los plazos para recibir las ayudas europeas.

Este triste incidente llegaba en el peor momento. El Consistorio había optado por una adaptación del museo etnográfico a un proyecto musical que el alcalde espera se pueda solapar «o poner en marcha inmediatamente después de los arreglos para no perder más tiempo, pero lo importante ahora es garantizar la seguridad del edificio para seguir con lo demás», añade.

En su origen, este fue un Ecomuseo del caserío vasco, pero con el paso de los años «ha quedado obsoleto y había que repensarlo». Durante estos años, en la localidad de Dima ha surgido una nueva iniciativa 'Antzasti', un caserío musealizado que acerca a los visitantes a la vida y las tradiciones rurales y al entorno urbano de la Bizkaia del siglo XIX. «Lo han impulsado con mucha fuerza y creemos que es el camino hacia el que tenemos que ir. Vemos un nicho en el tema musical», explican fuentes municipales. Por este motivo, el nuevo museo estará orientado a la música folk en euskera y a la más actual. La otra pata que sustenta esta idea son dos personajes emblemáticos del municipio, Maurizia y León, panderetera y albokari que en los años 70 iban de pueblo en pueblo y ganaron mucha popularidad. «El objetivo es no perder nuestras raíces».

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