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ASIER ANDUEZA
GALDAKAO.
Viernes, 17 de noviembre 2017, 01:00
Una instantánea sacada en un fotomatón inmortalizó el momento en el que se conocieron. Ambos iban a hacerse una foto para ser socios de un club social de Bilbao, y Javi Gorostizabal le preguntó a Mari Ángeles Domínguez si tenía novio. Ella contestó que no, ... y entonces él le dijo que desde ese momento ya lo tenía. Ahora, aquellos años de juventud han pasado y esta vecina del barrio galdakaotarra de Aperribai de 62 años necesita una silla de ruedas eléctrica para poder moverse de forma autónoma. Cada vez que abandona su domicilio, situado al lado del frontón, se encuentra a diario con unas escaleras a la derecha y una pendiente a la izquierda. Solo puede salir a la calle si su marido la lleva en coche.
Tiene la mitad de su cuerpo paralizado por la esclerosis múltiple que sufre, a lo que se une la amputación de una pierna por una hernia que frenaba el riego sanguíneo. Por si todo esto fuera poco, padece arterioesclerosis degenerativa y tiene que vivir conectada a una máquina de oxígeno. «Cuando tenía 30 años empecé a notar los efectos de la esclerosis múltiple a la hora de fregar o lavarme porque no podía sujetar bien las cosas», recuerda Domínguez. Desde entonces, Javi ha hecho todo lo posible por ayudarla, pero cada vez le cuesta más. Sus vecinos lo saben, y mañana se volcarán con ellos para que puedan adquirir la silla de ruedas eléctrica. La asociación de residentes del barrio lleva un tiempo intentando recaudar fondos para ese elemento de movilidad, que cuesta 3.500 euros. Según explica Susana Viteri, presidenta del colectivo, «por un lado estamos pidiendo a los vecinos que nos entreguen tapones de las botellas para reciclarlos y poder conseguir dinero para la silla y, además, el bar Luci donará a esta causa un 30% de lo recaudado» mañana.
Apoyando la fiesta estará también el campeón de España de boxeo de peso pluma Andoni Gago, y actuará por la tarde el monologuista galdakaotarra Oliver Sen, autor del blog 'El club de la Rogelia'. La iniciativa no solo se lleva a cabo en Galdakao. Gorostizabal detalla que «esto empezó en un pueblo de Soria donde regenta un bar mi hija, cuando celebraron un acto más de 300 personas de las peñas del Athletic. Un amigo me dijo que mirara las cajas de recaudar dinero que había en el bar y nos emocionamos mucho porque estaba pidiendo dinero para su ama».
Esta no es la primera vez que algún barrio de la comarca impulsa actividades para ayudar a un vecino a comprar una silla de ruedas. En San Miguel, en Basauri, lograron el pasado año sumar más de 6.000 euros, de los que 3.400 se destinaron a adquirir un dispositivo especial para que Andrey Grajales, un niño con espina bífida, pudiera jugar al baloncesto.
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