30 años de Lantegi Batuak en Etxebarri

«Yo me he jubilado y estoy muy bien, pero si fuera por mí habría seguido trabajando», señala José Luis Rodríguez, de 57 años. Dedicó «37 años a la empresa» en distintos centros y aunque ahora su rutina no tiene tanto que ver con montajes electromecánicos -que es la especialidad del centro de Etxebarri-, sus ganas de ocuparse siguen intactas: «Estuve haciendo un curso de informática, estoy apuntado a un club de tiempo libre y ahora me quiero meter en un gimnasio», cuenta.

Maite Muñoz continúa cada día acudiendo a su puesto en el centro y no está entre sus planes jubilarse todavía. «No tengo ninguna gana, me gusta mucho el trabajo», afirma. Compagina su actividad con «ir al club de Gorabide», aunque su verdadera pasión a sus 59 años «es el teatro. Me gusta mucho, más interpretarlo que verlo, que también me apasiona», sostiene. De hecho, este viernes ha sido una de las actrices que ha ofrecido un espectáculo a sus compañeros.

El caso de Raquel Martín es diferente. Con la ayuda del programa de empleo con apoyo de la organización, se trasladó del centro Etxebarri a una empresa privada, Faes Farma, donde se encarga «de repartir el correo y los paquetes». El cambio, que valora de forma positiva, suscitó «al principio un poco de nervios, pero ahora estoy muy contenta». «Sigo manteniendo el contacto con mis compañeros de aquí, pero desde 2018 que me fui estoy feliz con el cambio», resume.

Los tres animan a cualquier persona con discapacidad a que se acerquen a Lantegi Batuak para conseguir una oportunidad laboral. «Aunque al principio puedan estar más nerviosos, tranquilos, que te apoyan y si no coges algo a la primera, te lo repiten», señala Muñoz.

El director general de Lantegi Batuak, Ramón Bernal, se ha acercado a la celebración del centro. Este año también se han conmemorado los 40 años de andadura de la organización. Durante este tiempo «hemos conseguido un desarrollo importante, con 3.200 personas trabajando», valora. Sin embargo, el objetivo para Lantegi Batuak «es que seamos algo transitorio. Nuestro reto es que la sociedad no necesite a la organización, aunque queda mucho por hacer», sostiene. En la comarca, Lantegi Batuak emplea a 82 personas en el centro de Basauri, siete en Arrigorriaga, gracias al servicio de limpieza, y 15 en Orduña.