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o. g. m.
Lunes, 8 de mayo 2017, 23:45
El polideportivo de Etxebarri fue una auténtica olla a presión el pasado fin de semana con el único objetivo de espolear al Kukuiaga hacia la gloria. «Impresionante, teníamos nervios y tensión, pero salir al campo y ver a un pueblo volcado con su equipo ... en un escenario incomparable insufló fuerzas», señalan en el club. La última jornada en Liga Vasca deparó un duelo entre los locales y el Erandiotarrak, también aspirante al ascenso. El empate valía a los etxebarritarras, pero endosaron un claro 8-0 a su rival. «Desde el inicio el ritmo fue intenso; al descanso el resultado era 3-0 y en la segunda parte, con el mono de trabajo puesto, fuimos un martillo pilón».
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