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LEIRE PÉREZ
Viernes, 21 de abril 2017, 23:31
Ser el mayor parque natural del País Vasco y ofrecer más de 20.000 hectáreas de encanto, entre las que se esconden medio millar de cuevas como las de Supelegor y Mairuelegorreta, el karst de Itxina y su propia cruz, convierten al Gorbea en uno ... de los destinos estrella de Bizkaia. Y esta pasada Semana Santa volvió a consolidarse como seña de identidad de la provincia. Más de medio millar de personas llegadas durante los pasados días festivos se acercaron a las dos oficinas turísticas en las que se ofrece información, la de Orozko, en tierra vizcaína, y la de Murgia, en domino alavés.
Los datos son superiores a los del año pasado, cuando se decantaron por conocer la Bizkaia más rural y verde unas 400 personas. La mayoría de los visitantes, un 54%, fueron turistas de Euskadi que no desplazaron a otros puntos de la Península o del extranjero y que optaron por quedarse a conocer su patrimonio. Entre los restantes, otro 43% de los viajeros llegaron de otros puntos de España. Una realidad por otro lado que se mantiene año tras año. En este ranking fueron los catalanes los que más acudieron a las excursiones programadas o, por lo menos, los residentes en esa comunidad autónoma fueron los que en mayor medida se dirigieron a las oficinas de turismo. Les siguieron de cerca madrileños, valencianos y riojanos.
Las distintas experiencias que organizaron desde el Parque Natural del Gorbea, como por ejemplo ser pastor por un día, conocer cómo se elabora la cerveza artesana, convertirse en apicultor y las rutas guiadas por los municipios para acercarse a sus secretos también resultaron un éxito y colgaron el cartel de lleno.
Orduña y su peculiar Semana Santa, con procesiones desde la madrugada hasta el ocaso, también resultaron atractivas a algunos de los miles de turistas que, impulsados por el buen tiempo, se acercaron la semana pasada a la provincia.
Más de 300 personas solicitaron información en la oficina de turismo de la ciudad vizcaína, una cifra que, sin embargo, sus responsables consideran que no es el fiel reflejo del gran número de visitantes que abarrotaron la localidad durante las procesiones. «Somos conscientes de que no todos entran en la oficina», explican.
Aun así, las responsables del punto informativo se muestran satisfechas porque, «a pesar de que es algo menor el número de visitantes a la oficina, se ha incrementado el número de turistas estatales».
Checos, islandeses...
Las procedencias se mantuvieron. Los madrileños volvieron a ser, como en años anteriores, los más interesados en conocer las costumbres de la zona, seguidos por navarros, catalanes y canarios. De igual forma que en el Parque Natural del Gorbea, sólo un 2% de los turistas fueron extranjeros. Llegaron desde Eslovaquia, Islandia y la República Checa. «Nos ha sorprendido, porque lo habitual es que sean de Francia», comentan.
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