Igorre reactiva las movilizaciones contra la línea de alta tensión

Los residentes en la localidad arratiana, de hecho, tienen previsto retomar el movimiento Arratia Bizirik, al que en su momento se unieron otros grupos ecologistas y productores del sector primario del valle. Además, han iniciado conversaciones con otros municipios del entorno, sobre todo con Lemoa, para marcar unas pautas comunes.

La línea de alta tensión perfilada tendrá algo más de 73 kilómetros, la mayoría de ellos en Bizkaia. En Igorre, se prolongará durante más de 5 kilómetros y contará «con nueve torretas de apoyo», según recoge el proyecto de ejecución. El equipo de gobierno, sin embargo, aspira a que varíe el trazado. El alcalde, Beinat Anzola, explicó tras la reunión que Red Eléctrica se mostró abierta «a modificar el proyecto». «Según un decreto foral de 2015 debe haber un espacio de 1.000 metros de protección sobre las aves necrófagas, por lo que si se cumple esa distancia se alejaría la línea de tensión», detalla. Apoyándose en ese decreto, desde el Consistorio solicitan al Ministerio de Medio Ambiente que varíe «la declaración de impacto medioambiental confeccionada en 2012», antes de que entrase en vigor la citada normativa.

«Han quedado en analizar modificaciones al trazado para que no afecten al anidamiento del alimoche», concretó Anzola. Desde REE, por su parte, celebraron que la reunión se mantuvo «en tono positivo» y añadieron que se analizarán las propuestas «puesto que ahora es momento de alegaciones».

La Administración local, en todo caso, se ha preparado ante la posibilidad de que no se acepten sus peticiones y ha contactado «con asociaciones ecologistas a nivel estatal que han llevado procesos de esta índole por si nuestras alegaciones no son tenidas en cuenta», detalló la teniente de alcalde, Itsaso Bengoetxea.

Respeto al entorno

La edil censuró que el Ministerio de Energía e Industria justifica la necesidad de esta línea de alta tensión «para asegurar la calidad del suministro, pero no aportan datos en relación a la calidad o deficiencias del servicio actual, por lo que carece de argumentos la supuesta mejora de sostenibilidad energética con la nueva red». La portavoz municipal también sostiene que «la lucha contra el cambio climático» debe ser, además, «una razón basal y real a la hora de tomar decisiones en materia energética».