A la derecha el edificio de la disputa, en la plaza Arizgoiti.

Basauri zanja irregularidades urbanísticas de hace una década

Una empresa entregará al Ayuntamiento tres lonjas como compensación por superar en un 30% la superficie edificable de un inmueble

LEIRE PÉREZ

Sábado, 26 de noviembre 2016, 00:47

Han pasado diez años desde que una sentencia reconociese que en la céntrica plaza basauritarra de Arizgoiti se habían cometido «graves irregularidades» por parte de la constructora Azkuenaga Bustinza. La firma superó la edificabilidad permitida en la construcción de un bloque de pisos en más ... del 30%, lo que obligó al Ayuntamiento, puesto que ya habían adquirido las viviendas 20 familias, a modificar la ordenación urbanística para legalizar el inmueble. Como contrapartida, la Administración local reclamó a la empresa la cesión de dos lonjas en la calle Kareaga Goikoa, algo que todavía no ha sucedido. Sin embargo, esa situación va a cambiar próximamente. Al menos así lo aseguró el alcalde, Andoni Busquet, que avanzó que la constructora «se ha comprometido por escrito» a cumplir con ese acuerdo.

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El regidor, cuestionado por la formación vecinal Basauri Bai, que le acusó de «inactividad», defendió que «es cierto que hay un acuerdo por cumplir, pero había discrepancias y hemos tenido que requerir que cumplan porque el tiempo y la paciencia se agotan». El portavoz de la bancada morada, Boby Galdós, incidió sin embargo en que «es asombroso que no esté resuelto el tema y no se hayan llevado a cabo las diligencias oportunas».

Fue en 2005 cuando el escándalo saltó a la luz de manos de la propia Alcaldía, entonces en manos del jeltzale Rafa Ibargüen, que denunció los hechos y puso en conocimiento de la Fiscalía las irregularidades en esta promoción. El Ayuntamiento paralizó la edificación, con el consiguiente perjuicio para una veintena de propietarios, que se pusieron en pie de guerra contra la decisión municipal.

A cambio de que la institución local dejase continuar la obra, la promotora aceptó pagar por los metros construidos de más y renunció a emprender acciones legales por daños y perjuicios, puesto que en un primer momento se facilitaron las licencias sin inconveniente y atendiendo a otra interpretación legal.

Primer acuerdo

El Consistorio cumplió a rajatabla con su parte, pero la constructora ha hecho durante este tiempo oídos sordos. Al principio se comprometió a ceder un terreno en una zona residencial de Pagobieta de 1.500 metros cuadrados, otro solar no urbanizable de 5.000 metros cuadrados y un local en El Kalero. Aunque, una vez terminado el edificio y concedida la licencia de primera utilización, reculó. Justificó la «imposibilidad de cumplir» con las cesiones y propuso los locales que ahora se escriturarán.

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