Voluntarios de Galdakao recogen la ayuda de España para los refugiados sirios y la envían por barco a Grecia

Los miembros de la agrupación ya han empezado a gestionar todo el proceso: almacenan y clasifican en un pabellón de Galdakao todos los productos procedentes de cualquier punto de España y se encargan de hacerlos llegar a las decenas de campos de refugiados habilitados en el país heleno, la mayoría habitados por sirios que huyen de la guerra. La empresa se presenta imponente, pero estos voluntarios no son precisamente novatos. Han enviado con éxito dos contenedores y un camión con 26 toneladas de ayuda. Además, el cooperante Álvaro Saiz, fundador del colectivo, lleva desde abril con otros dos voluntarios en el campamento de Petra Olimpo, instalado en las faldas del monte más alto de Grecia. Han hecho ya 50.000 kilómetros con dos furgonetas para llevar comida y productos de primera necesidad a los refugiados que se hacinan allí. También han puesto en marcha dos hospitales de campaña, una lavandería con cuatro máquinas cedidas por ACNUR y ayudan en todo lo que pueden las 24 horas del día. «Somos una de las organizaciones que más tiempo llevamos trabajando en la zona y nos dimos cuenta que en España había muchos grupos que recogían la ayuda, pero no sabían qué hacer con ella», explica Saiz. Fue entonces cuando buscaron apoyos para hacer realidad esta central logística a nivel nacional. Los encontraron en la Autoridad Portuaria de Bilbao, que les ayuda con el transporte marítimo, y también en la Fundación Seur, que trae el material humanitario desde cualquier punto de España a Galdakao. A la recogida en territorio español se ha sumado, además, la ONG catalana 'Conductoris Solidaris'.

«Necesitamos dinero»

El domingo salió el primer contenedor de material recibido desde Alicante -reunido por la ONG Karam-, Barcelona -Ayudanos, Ayudem, Help-, Valencia, Cáceres y Palencia. «Principalmente cargamos más de 20 toneladas de ropa y alimentos, pero también muchos artículos de limpieza como champús y jabón», explica Lara, una de las encargadas del envío.

Desde cualquier punto de la península, las propias organizaciones se ponen en contacto con Galdakao, principalmente a través de las redes sociales. Cuando llega el material a la localidad vizcaína, más de 100 voluntarios lo clasifican en una nave cedida por el Ayuntamiento. Y ya en Grecia se traslada al campo de refugiados que gestiona GBGE en las inmediaciones del monte Olimpo y posteriormente al almacén central en Nea Magnisia, localidad cercana a Salónica, que abastece a todos los campos griegos. «Los ciudadanos que con su buena voluntad aportan ayuda pueden estar completamente seguros de que llega en perfectas condiciones a los refugiados», aclaran desde la asociación.

En toda esta cadena de ayuda tiene un papel primordial la Autoridad Portuaria de Bilbao, que asume todos los gastos que supone el envío del contenedor al país heleno. «Nosotros lo llenamos y ellos se encargan de contratar a una empresa consignataria para que lo lleve hasta allí. Tampoco nos cobran las tasas portuarias, por lo que sin su ayuda sería imposible enviar tantas toneladas», agradece Saiz. Este no es el único contenedor con ayuda que parte de las instalaciones portuarias: en verano, voluntarios de Portugalete enviaron otro con ocho toneladas que una vez en Grecia fue gestionado por GBGE.

La otra institución que apoya desde el principio a la ONG vizcaína es el Ayuntamiento de Galdakao, que se ha volcado desde que Álvaro Saiz les planteó los proyectos de las neveras solidarias y de ayuda a los refugiados. El concejal de Promoción Económica del Consistorio vizcaíno, Fernando Izagirre, cree que refuerza «la imagen de Galdakao como un pueblo solidario y comprometido». También les han facilitado dos hospitales de campaña, que junto al que ha aportado la ONG vasca Iturburu -que coopera a nivel internacional-, les permite montar muy rápido unas estructuras hinchables para atender a enfermos o para que dentistas voluntarios traten a los refugiados.

En cualquier caso, y como suele ser habitual, el problema de los refugiados ha dejado de estar de actualidad, por lo que las organizaciones que trabajan allí, incluida la de Galdakao, están sufriendo la reducción de las ayudas. «Necesitamos dinero porque, aunque la logística sea un trabajo silencioso y poco visto, es muy necesario para garantizar la supervivencia de miles de personas», insiste Saiz. Por eso pide ayuda económica a través de la cuenta ES37 2095 0326 10 9116375656. Quién sabe si este nuevo proyecto, como el de las 'Neveras solidarias', se cuela de nuevo entre los 100 más influyentes del mundo.